Podía haber elegido cualquier otro auto mucho más deportivo. Pero lo cierto es que cuando escuché el sonido de este Honda S2000 Mugen....no tiene nada que envidiar a automóviles con mucho más pedigrí. Y qué decir de Nürburgring. Ni el más mínimo inconveniente en pasar a otra vida dando un vuelta por Nürburgring. Ocho minutos cuarenta y siete segundos de maravillosa conducción.
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