...si, un último cabreo semanal. A ver, son las once menos cinco de la noche y aún queda margen para cogerme otro mosqueo. Este ha sido culpa de hacer el post, y es que estaba buscando fotos del tormentazo de ayer y al entrar en la página del Ideal -el periódico granadino por excelencia- pues me he encontrado con la vicepresidenta de la Vega soltando por esa ladina boca que la futura estación del AVE en Granada se llamará Mariana Pineda. ¿Coño y por qué carajo va a ser? Pero vamos ni estación Mariana Pineda, ni Isabel la Católica ni nada...quién coño son los políticos y menos aún en jodida época electoral para marcarse el nombre de un bien local. Con lo fácil que seria llamar simplemente Estación de ferrocarril de Granada. Punto...los nombres para las calles y con mucho cuidado. Es como la mierda que nos han metido con llamar al aeropuerto con el nombre del poeta granadino y por extensión hacer este aeródromo propiedad de los jiennenses. Que asco, aunque de aquí a ver terminado y funcionando el AVE en Granada, quedan tantos años que el nombre es probable que cambie...tanto que no sea el AVE lo que llegue a Granada sino transportes interestelares...allá por el 2174.
Y todo por buscar las fotos del tormentazo de ayer. Por cierto en esta dirección "cazatormentas" hay un reportaje fotográfico sobre la tormenta de ayer digno de ver. La web en cuestión es un foro de cazatormentas. Curioso ¿verdad? Parece más de argumento de telefilm de mediodía dominguero que la realidad. Lo dicho digno de visitar la web.
Porque el post de hoy tenía que haber comenzado con la tormenta de ayer en Granada. Ya voy por el tercer párrafo del post, pero bueno...imponderables del destino. El caso es que yo había quedado con el sr Jiménez y señora, el maestro y el amigo Giuseppe, los cuales juntos ellos habían estado de papeo en el Molino. Hace un par de post ya comenté lo bien que se jala en este establecimiento de Monachil. Esta vez no había asistido yo por una simple cuestión de no apetecer demasiado estar de cometeo, mis motivos tenía y tengo los cuales más adelante expondré.
Total el caso es que a eso de las seis y cuarto habíamos quedado para tomarnos un café y demás en uno de los mejores lugares al aire libre de Granada para estos menesteres, el quiosco de Las Titas. Bien, antes tengo que decir que el motivo de la comilona era festejar el pedazo de pepino que se ha comprado el Maestro, un Volkswagen Sirocco. Impresionante, un verdadero coupé, ancho, bajo y extremadamente deportivo. Un frontal impresionante y una estética general digna de llevar ese nombre en la marca de Wolksburgo.
Retomo el tema del lugar de cafeteo. Creo que en algún post anterior ya he mencionado y descrito el lugar. Situado al lado del río Genil, en pleno paseo de la Bomba, bien climatizado por las sombras de buenos y viejos árboles y con un buen servicio en cuanto a calidad del café y del pacharán, amén de otras especialidades de la casa. Ahora que recuerdo hace ya tiempo me comí un carpaccio de ternera exquisito...y exquisitamente también te clavan el estilete a la hora de acoquinar lo consumido. Pero bueno, eso es un mal endémico del sector hostelero actual y la cosa es que mientras uno esté a gusto, casi que se da por bien empleado el sobreprecio.
Así que todos tan contentos, disfrutando de nuestros pacharanes cuando el sr Jiménez tuvo a bien el llamar la atención sobre la tormenta que se avecinaba, que esta venía en nuestra dirección, que era cosa de la térmica de Sierra Nevada y eso si....serían cuatro gotas.
Mi buen amigo cabañuelista la cagó un poco, más bien nada porque lo único fue que de cuatro gotas pasamos a cuatro billones de gotas...nada nada, una nimiedad. Chuzos de punta, los toldos de las terrazas combados por el peso del agua, charcos, niños bebiendo de los chorros que derramaban los toldos, más copas de pacharán en espera que escampara, un semiaccidente por mi parte al ser coparticipe de casi ahogar a un servicial camarero que presto y dispuesto acudía con su palo de fregona a "darle por debajo" al toldo para echar el agua que se depositaba en las bolsas de estos...y que infelizmente entre un compañero camarero y un servidor le lanzamos encima las mismas cataratas Victoria...y es que lo mejor es estarse quieto. Truenos, relámpagos, más agua, nuevamente más agua y agua para aburrirnos. A este paso el sr Jiménez ya había sido seriamente reprendido por la jodida térmica de la sierra y su más que comprobada participación en el complot del tormentazo que nos estaba cayendo.
Así que aprovechamos que la tormenta empezó a amainar para dirigirnos al sirocco del Maestro y salir del estuario de Las Titas en que se había convertido el patio de la citada terraza. Una vez dentro del auto las cosas se miran de forma distinta. Que tiene que llover, joder pues que llueva. Estamos bajo techo, sentados y escuchando en el coche el carrusel deportivo con el fútbol...poco más se puede pedir. Bueno, el caso es que dejamos los autos y nos fuimos al mesón La cueva de la calle Pedro Antonio para avituallarnos de birras y tapas y secarnos hasta el alma. La noche transcurrió tranquila, la terminamos el Maestro y un servidor en el Pub Peaton, con muy buena música. Ahora comienza la buena época de este pub por cuanto se acercan la fecha de exámenes de los universitarios y demás, la marcha de los estudiantes en verano y consecuentemente el pub deja ser una aglomeración permanente para que cuasi vacío sea convenientemente aprovechado por nosotros.
Son las doce de la noche. Es que tengo puesta radio 1 de RNE en internete por aquello de escuchar el fútbol y ahora por se la hora del "parte" de noticias a ver cómo se han desarrollado los acontecimientos por la caída del Betis a segunda división. Pero vamos que ahora que ya son las once me voy a cambiar a escuchar el Larguero en la SER.
Total que me está entrando sueño y estoy dejando lo más complicado para el final. No me apetecía mucha jarana este fin de semana porque el viernes tocó ya despedirse de los compañeros que habían despedido en el trabajo. Nada agradable, nada deseable ni siquiera para los enemigos y espero que no se vuelva a repetir. Siempre se tendrá más o menos sintonía con unos o con otros pero nunca hay que olvidar que son personas. Hay que ponerse en el lugar de alguien que lleva más de treinta y cinco años en una empresa. Hay que pensar que la mayor parte del día la pasamos en el trabajo y más de 35 años en un mismo trabajo hace que casi se confunda con una extensión más de uno mismo. Para ser sincero la despedida no fue mala, gracias a Dios rápida y nada exagerada. Luego el tema es que la cabeza no puede de darle vueltas a estas cosas y piensas...te pones en el lugar de esta gente. Joder, cómo coño te levantas el luenes próximo -osea mañana- y no tienes que ir trabajar...porque te han echado. Eso es desmontarte la vida. Cuando ves a un compañero una vez que has salido del trabajo, vas en el coche y lo adelantas, el va en su antigua scouter....y reparas en los dos hatillos o bolsas con la ropa del trabajo que lleva en el suelo de la moto, joder, no es que se lleve la ropa del trabajo para lavarla en casa, es que no vuelve más. Y nueva inyección de vueltas al tarro, se recuedan mentalmente infinidad de anécdotas, risas y hasta sientes un sentimiento de culpabilidad por seguir trabajando, quizás basado en que si uno fuera el elegido por la mala suerte para perder el trabajo...seguramente no tendría los mismos riles de estar hasta el último minuto del último día de trabajo desempeñando su cometido. El trabajo es su vida ciertamente y espero que lo encuentre pronto por cuanto sin el no sabría vivir. Creo que el viernes fue la primera vez en ocho años de trabajo que no me apetecía bajo ningún concepto el ir a trabajar...y aún temo más el día de mañana, mejor dicho dentro de unas horas cuando nuevamente vaya a currar y vea que ya no están allí. Que faltan compañeros y que ellos se habrán levantado con el peso en el alma de no poder ir a trabajar porque le han quitado el trabajo.
Desde aquí espero y deseo que a todos aquellos que han intervenido para buscarnos esta ruina, a este gobierno por la nefasta gestión de la crisis, a la oposición por no ser claros respecto a las medidas a acometer y reformar para sacar al país de este agujero y en fin, espero que simplemente hasta que este país no vuelva a la prosperidad tengan noches y noches de insomnio por el despropósito que han hecho y por la quiebra en la vida de los trabajadores que han causado.
Buen comienzo de semana y que Dios nos eche un cable que buena falta nos hace.
* las fotos son del auto del Maestro y de la terraza de Las Titas.
1 comentario:
Pedazo de carraco el del Sr. Maestro. Mi más sincera enhorabuena!!! Y digo yo, para cuándo la visita a Algarrobocop con el nuevo auto?
Saludos
Santino
(Involucionando)
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