Para unas veinte mil personas hoy es el día señalado para darse de baja en Facebook. ¿La razón? Nada mejor que os pasáis por Quitfacebookday.com y lo veis con vuestros ojos en vuestro monitor.
No pienso gastar mucha parrafada en este tema. De hecho hoy pensaba marcarme parrafada y crónica de la despedida del sr. Delarge pero Santino sigue sin enviar las fotos y sin fotos no hay crónica. Sin ticket no hay taco como él mismo decía en la despedida.
Como iba diciendo no vivo permanentemente en Facebook, de hecho creo que quien vive mucho por allí es que no tiene mucho que hacer, no sé si esto es por suerte o por desgracia, el caso es que yo principalmente me dejo caer por Facebook los domingos por la tarde -con eso está todo dicho-. Si es verdad que la política de privacidad de Facebook es verdaderamente lamentable. Nos quejamos del ojo que todo lo ve de Google e incluso Microsoft y aquí estamos peor. Y principalmente por culpa nuestra porque eso de rellenar hasta el último de nuestros datos y preferencias es servir en bandeja de plata -de plata maciza- una gigantesca porción de información personal inestimablemente cara para las compañias que quieren conocer nuestros, gustos, apetencias, relaciones, pasta etc...para sacarnos hasta el último de nuestros sestercios.
No voy a ponerme a criticar porque de primeras yo también fui tan lelo de poner excesiva información sobre mi.....hecho por otro lado corregido convenientemente. Por lo demás me da igual Facebook, que Tuenti, que el otro y el tío de la moto por lo hablar de la red social de maroto.
Chuminadas....o si lo quieren de forma más plástica y granadina...pues polladas. No demos más importancia a Facebook, no es cuestión de darse de baja y menos aún para darse de alta en otra red social, pero no nos esclavicemos en estas historias.
Hablen con la gente, aunque sea por teléfono, utilicen menos chat, no es bueno. Intenten comunicarse de forma tradicional. Aunque si es verdad que para las personas que tenemos lejos internet es una inmejorable herramienta de comunicación hasta que inventen la teletransportación -esto tenían que haberlo inventado hace al menos tres años- pero como todo y como siempre no saquemos la maceta del tiesto que la liamos.
Por cierto que he de reconocer que con Facebook se cotillea de lujo...y se entera uno de muchas intrahistorias personales...jajajaj. Pero claro eso mola cuando luego con tu gente, tus amigos puedes contar esa valiosísima información entre caña y caña de buena y fresquita birra -con su tapa correspondiente, no olvidemos que estamos en Granada- y poco más. Prudencia y sentido común. Las palabras se las lleva el viento, en Internet no, como poco se quedan en la caché de google, en los temporales del sistema operativo y en historiales de navegadores, clientes de mensajerias etc. Incluso los que llevamos ya muchos años explorando la red -puedo incluirme sin pecar de vanidoso- tenemos siempre que estar alerta con la información que suministramos a través de la red. Más aún inexpertos tanto por uso de la gran red como por tener corta la edad y la experiencia no solo en Internet sino en el resto de la vida.
Internet es el lugar más fácil para ser quién no se puede ser, quien se quiere ser e incluso quien se es en realidad. Las primeras dos opciones de ser suelen ocurrir con mayor frecuencia. Estar escondido tras un monitor -por mucha webcam que se tenga- y un teclado hace maravillas para aquellos a los que su vida normal se les queda anormalmente corta.
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