domingo, enero 16, 2011
De casa se sale....
Es cierto que tiempo hace ya que rumio este post. Tan cierto es como que no es el primero sobre el tema y por desgracia, digo bien por desgracia, tampoco será el último porque se de antemano que esta batalla está en un principio perdida. Y digo bien la batalla está perdida y no la guerra por cuanto esta en un largo horizonte la veo ganada. Por unas causas o por otras al final veremos que los perros no cagan en las calles. Ni mean tampoco.
Retomando el hilo del título del post, de casa se sale bien comido, bien limpio. Hay quien añade bien follado pero no es standard a aplicar a toda la población. Unos porque no quieren, otros porque no pueden y algunos porque no es aún el momento ni la edad, si es cierto que los dos primeros principios de buen cristiano si se pueden aplicar.
Qué digo de buen cristiano, digo también de buen musulmán, hindú, marxista...ateo. A ver, de toda persona de principios y normales posibles. Odio, digo bien, odio los perros cagando en la calle. No me vengan con el tema de la bolsita recoge excrementos porque ni se recoge todo -qué pasa cuando el perro caga más líquido- y qué coño pasa con los meos.
No. Ya está bien de estar acojonado porque el sobrino o la nena de los amigos se mete en un jardín -nunca mejor dicho- y sale vete a saber como porque los señores propietarios de perros se apropian de ellos y del resto de las calles para que caguen sus canes. Y esta es otra. A cuento de qué siempre sacan a sus canes a cagar a calle distinta de la suya. Por qué no cagan frente al portal de su casa. Ya está bien de actitudes mal llamadas políticamente correctas. A mi me gusta jugar con los perros y si viviera en un lugar adecuado. En el campo, no en la ciudad o en un jodido adosado del extrarradio que para el caso da igual. No es lugar para estos animales.
Si, de los primeros argumentos con los que se me va a bombardear es la compañía que hacen a personas solitarias y demás. Pues bien jodidos estamos porque la abuela se tiene que comprar un perro que le haga caso cuando sus hijos, nietos etc...la dejan en el olvido salvo por Navidad, y eso si...solo un rato que la abuela es un trasto. Pero no...mejor que se compre un perro y ya tiene a quién hablar, cuidar y si acaso regañar como hizo en su momento con quien ahora le dan de lado.
Pues yo no tengo en contra nada porque tengan perro. Pero joder, que caguen y meen en sus casas -como quien tiene un gato...que nadie dice nada y no pasa nada- y salgan a pasear con sus perros cuanto quieran, pero eso si, bien limpios cagados y meados. Estas situaciones cargan mucho. Ayer sábado sin ir más lejos, ni más cerca porque estas situaciones por desgracia son cotidianas. En el boulevard de Constitución, aquí en mi querida Granada, ahí estaba el matrimonio paseando al perrito -muy bien- que se encuentra con otro matrimonio y comienzan a conversar. Todo bien, que cómo estas tú. Que si has visto a Pepe lo mal que está desde que si divorció. Lo dicho, todo ese tipo de triviliadades que nos dedicamos a comentar cuando nos encontramos con conocidos. A todo esto el perro. Un ejemplar pequeño de estos con lanas -no tengo el más mínimo interés en conocer razas de perro...pero si diferencio un pastor alemán de un fox-terrier- estaba el puteado can dando vueltas alrededor de sus amos...y noté que se le veía un tanto nervioso al perro. Claro joder, ponte en su lugar...te pasas la mañana jodido en el pequeño salón del piso casi sin poder moverte y ahora que tienes calle se paran estos a charlar...y en este momento que vienen el apretón. Yo creo que como el que no hacía la cosa -por cierto algo que me dejó perplejo- el perro comenzó a dar pequeños pasitos y a cargar ritmicamente cada pocos pasitos. Creo que le faltó silbar para disimular la cagada.
Desde luego es impresionante hasta qué punto se mimetizan los perros con sus propietarios y viceversa también. Bueno, la escena anterior yo la estaba siguiendo a unos tres metros escasos mientras esperaba a cruzar. En el mismo momento que el perro terminó la cagada continua por fascículos...la parejita dueña del perro -el perro por cierto lo llevaba la señora de la casa- comenzó nuevamente a caminar. En ese instante creo que repararon, y lo digo bien en plural...porque ambos repararon en una persona que les miraba fijamente -yo desde luego- y estaba relamiéndose los belfos de satisfacción viendo como se iban a ir sin coger la caquita del perro y ya me veía dejándoles a la altura de la más humilde de las albarcas al recriminarles el no recoger las deposiciones de su perrito delante de gente conocida. Pero no, creo que vieron mi cara de mala leche granadina -sin comentarios- y optaron por recular -no pienso colocar otro sinónimo- y coger las deposiciones de su can.
No tengo porqué estar siempre con las mismas. Estoy hasta las mismas narices de una lejana vecina de calle cercana que siempre tiene que sacar a sus varios perros a cagar a mi calle. Qué pasa que se expone a comentarios poco agradables si sus canes cagan y mean en las inmediaciones del portal donde reside por parte de sus vecinos. Probablemente y sino a cualquiera que pase por la calle porque la zafia en cuestión vive en Constitución donde el paso de gente es continuo y como aguantaría careto de ver cagando a sus perros -cada vez saca a uno distinto- en mitad de la acera de Constitución mientras pasa la gente a su alrededor y que más de un distraído pise la mierda del perro. Es más cómodo andar un pequeño trecho y por calles menos transitadas pues que el perro relaje tripas.
Ya está bien. Perros cagando y meando en calles basta ya. Perros libres -siempre con correa claro está- de pasear con sus dueños, pero cagados y meados en sus casas. Me puede explicar alguien por qué no puedo protestarle al propietario de perro de turno al ver que su perro está meando en la rueda de mi coche. Oiga, el perro que mee en la puerta de su comedor, y si le gustan las ruedas pues le pone una al lado de su inodoro Roca y mean juntos. Pero yo no tengo porqué aguantar eso.
A estas alturas de post es probable los malos pensamientos hacia mi de muchos. Mi ultimo argumento es tan sencillo como ir de paseo con niños, con niños muy pequeños que son una especie de detectores de todo. Tocan todo y barren con sus manos todo y principalmente el suelo. Que bonito es pensar que el crío se está arrastrando por antiguas cagadas de perro o apoyando en una farola utilizada miles de veces por perros y sus dueños para que meen. Pero no...eso es pensar como un fascista.
Urbanidad coño. Un poquito de urbanidad y sentido común.
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