Porque cuando somos pequeños y por fin nuestros padres nos dejan tomar coca-cola ya hemos dado un paso hacia la madurez, somos niños grandes. Nos podemos codear con nuestros primos mayores, vecinos etc. Qué me dicen de mojar las patatas fritas de bolsa en la coca-cola. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez...o algunas miles de veces? Desde luego este post parece patrocinado por la empresa de Atlanta pero saborear tranquilamente una coca-cola en solitario, en mi caso bien acompañada de un cigarrito es algo catalogable perfectamente de sublime. No digo ya en compañía y digo más si la que está en compañía es el refresco de burbujas. Que conquista al sabor un buen Jamenson con cola. Pero ojo, no nos olvidemos del calimocho...y más espirituosos combinados con el refresco mundial.
Si, pocas cosas ponen en común a la humanidad como la coca-cola, el vivir bien, comer bien...Vamos que resumiendo y siendo un poco abrupto al decir que la humanidad comparte el concepto de bien comido, bien duchado y bien follado...si a eso le sumamos y joder...tómate también una coca-cola -combinada o no- pues mejor que mejor. Aunque eso si, ¿en botellín o en lata?¿Prefieren en vaso? Para ciertas bebidas, la coca-cola sola, o la birra...yo me inclino por el recipiente original. Nada tengo en contra de trasegar una buena jarra de birra pero en botella mejor.
Claro que no olvido que verter la coca-cola en un vaso y ver como chispean las burbujas a todos nos ha gustado siempre, especialmente de pequeños que siempre queríamos ser nosotros los que sirvieran los vasos mientras luchábamos porque no se derramara al manejar la botella de dos litros de coca-cola.
Buen negocio, buen invento y desde luego no tiene visos de agotarse en el gusto de la humanidad.
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