Broncas domésticas en las alturas.

Después de unos días sin escribir nada, no por nada en especial solo que unos días he llegado un poco cansado y otros he llegado bastante tarde, con el tiempo justo de dormir un poco hasta el día siguiente. Bueno, hoy como domingo que es empezaré con este post que llevo unos días en la cabeza para escribirlo y ahora es un buen momento, casi pasado el fin de semana, muy aceptable por cierto, y siendo domingo, con un buen café que me he tomado, con buena conversación y en muy buena compañía...se me abre la vena escritora y esto hay que aprovecharlo.

Esto lo leí a principios de mes, sobre el día uno, les pongo el link de la noticia, el primer enlace que he conseguido en Google, buscando el tema. Así que leído en el Observa uruguayo. Los americanos y los rusos de nuevo a la gresca por el inodoro y la ciclostática en la estación espacial. Mira que dan para temas los astronáutas, y mira que hasta en los lugares más insospechados se producen broncas por temas tan domésticos y nímios como la cagancia y el disfrute de los aparatejos.

Quede muy claro que considero piedra fundamental en el comportamiento humano el tema del inodoro. Una de las cosas más perturbadores en la vida moderna de un ser humano es no tener papel higiénico y aún peor no disponer de un inodoro como Dios manda. A mi se me puede olvidar comprar azucar, pero papel higiénico jamás. El caso que la noticia nace de la negación americana al uso de nuevo y flamante inodoro espacial a la parte rusa de los ocupantes de la estación espacial internacional. Que si, que es estación, que obviamente está en el espacio pero que los americanos por decirlo en granadino dicen que "este inodoro es solo para el disfrute de mi po-censurado-a". Como es normal, el tema termina siendo de raíz económica. Porque resulta que como los rusos empezaron a cobrar a los americanos el traslado de sus astronautas en las soyuz rusas a la estación, pues estos, en contrapartida no les dejan utilizar ni sus nuevas instalaciones sanitarias, ni su nueva bicicleta-estática ni comparten la comida. Así que a veces vemos como cuando éramos críos y disfrutábamos de nuestro bocata en el recreo que había quién siempre papeaba su bocata de mortadela con aceitunas, año tras año y día tras día. Mientras que otros alternaban los chorizos cantimpalos, con buen salchichón y otros días con jamón. Claro, esto quieras que no, no era el mejor clima para un buen ambiente colegial.

Pues imagínense a tropecientosmil kilómetros de tu su casa, viviendo en pocos metros cuadrados, haciendo las necesidades en un retrete de lo más incómodo, comiendo basura y sin poder ejercitar el cuerpo para al menos estirarse. Y mientras sus compañeros de escasos metros habitables, disfrutando de una buena cagada con un buen periódico....jejeje, comiendo a tutiplen mejores manjares que la papikra nuestra y encima fantasmeando que sus jefes les han premiado con la última ciclostatic del teletienda. Para liarse a tollinas y no dejar a ningún pijorro americano con dientes a enseñar. Y encima todo el puto día flotando, que ni siquiera puedes ponerle la zancadilla a uno de los pijos chuletas que no te dejan ni cagar como Dios manda.

Así que más de un cosmonáuta ruso está pensando en volver a la tierra, llegar a su pequeño apartamento moscovita, comprarse el Pravda, marcarse un buen chuletón en casa, con buenas raciones de pan ruso, bien regado todo con vodka que todo lo cura y luego después, en un buen inodoro de ROCA...coger el periódico y tranquilamente leerse sección por sección mientras disfruta de un buen rato de su fantástico inodoro tanque bajo salida suelo...o dual si es más moderno. Y por cierto allí que se queden los americanos con sus pijadas que una vez en casa, como en el inodoro de uno en ninguna parte se está.