Buenas noches a media noche.
Los peregrinos se han marcado la etapa más larga del camino. Casi cuarenta kilómetros. Pero bien, ya están en el Monte do Gozo. Si, lo que en un principio parecía que no iba a llegar, prácticamente lo tenemos en las puertas, mañana nuestros hobbits terminan el camino. Solo les resta unos cinco kilómetros, llegarse al arzobispado, sellar los papeles de peregrino y a las doce del mediodía asistir a la misa de los peregrinos.
A partir de ahí dejan de ser peregrinos y se convertirán en normales turistas en Santiago. Hoy no es el momento de analizar el camino, ni siquiera mañana cuando lo terminen. Para eso habrá que hacer un anexo a la Crónica del Camino paralelo. Por cierto que terminamos mañana, Dios mediante, con el capítulo 12. Curioso y mágico número el 12, casi que esto deberíamos de mandarlo a Frikker Jiménez. En fin...ya veré si lo hago. Como ya digo, cuando estén aquí los dos hobbits y después de unas buenas birritas, tapas y catacroquers tendremos que analizar el camino y entonces si veo lógico -aunque no probable- el hacer una reflexión sobre el camino.
Nada más, pues hoy los peregrinos no han contado mucho, la correspondiente foto del papeo de almuerzo, parece ser también que nuestro Barón se ha controlado en soltar el "Buen camino" a diestro y siniestro...y poco más. Supongo que con ganas de regresar, obviamente con ganas primero de llegar a Santiago, pero aunque esto ya se lo preguntaré cuando vuelvan, en el fondo creo que en parte no tienen ganas de terminar el recorrido pues de alguna forma es volver a la jodida realidad, normalidad y rutina...y después de semejante aventura supongo que eso no mola. El norte siempre perturba y enamora y jode volver a la realidad, tardes más o menos.
Umm....me estoy poniendo en plan mezcla de Frikker y del Quintero -loco de la colina-...mejor parar pues.
Nada más por hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario