domingo, julio 17, 2011

Perros montañeros...un desayuno en las alturas.


Ya saben mi escasa querencia por los animales...este blog está poblado de post temáticos sobre mi permanente batalla contra las cagadas de perros. Pero si presencio un enfrentamiento entre una paloma y un perro, desde luego voy con el perro. Y no porque sea el más fuerte, sino simplemente por mi odio profundo a las palomas. Cuando y quién fuera el promotor de nombrar a esa rata con alas símbolo de la paz...en qué momento...en qué momento. Vale, Dios y la paloma con la ramita de olivo es otro símbolo. Sobre esto tengo mi teoría. Pienso que Noé no mando a la paloma a buscar tierra -más o menos- sino que hasta las santísimas narices de las cagadas de las palomas en el arca le pegó un escobazo con la suerte de cara a la paloma de ver una ventana abierta y salir como el fugitivo escapando de la ira de Noé. Luego para hacer las paces se marcó el detalle de traer la ramita de olivo. Lástima no tirarle nadie una pedrada. Claro que quién se la iba a tirar si no quedaba humano vivo tras el diluvio. Cosas del Señor.

Todo esto viene a cuento de la foto que inicia le post. Si pinchan o clican...o como quieran en ella, comprobarán como hay un perro acechando cazar una paloma. No la cazó, no la despedazó -por desgracia- total una historia con final aceptable para los "modemnos" flautaprogres porque nadie sale mal parado. Lo cierto es que el perro hizo un intento, creo que más que nada por divertirse, la paloma salió volando -tal que fue así- pero sin darse mucho esmero en el aleteo y el perro detrás dando saltos a ver si la pillaba al vuelo. Ahora que lo estoy pensando fue lamentable, más que nada por la ineptitud del perro para cazar y de la paloma para escapar. Tiempos difíciles estos que nos ha tocado vivir. Creo que la paloma iba pensando en la ayuda que iba a solicitar al estado o a la junta -mejor a la junta- si el perro le soltaba un mordisco y quedaba mal parada...claro que cuando menos la pensión de invalidez para el trabajo -el trabajo de ser paloma- ya podría solicitarla. No, no era tan malo el mordisco...pensó la paloma.

Nuestro amigo el perro al ver que no conseguía atrapar a la paloma también pensó para qué esforzarse en mejorar su técnica de ataque...no merecía la pena si podía solicitar la ayuda del estado o de la junta -sin duda mejor la de la junta- para ese subsidio por ayuda al mal perro cazador. De modo que todos contentos, presa y cazador y yo que había subido a Sierra Nevada para darme un paseíto y quitarle algo de carbonilla a los inyectores del pánzer terminé con más impuestos a pagar para costear a estos mediocres perros y palomas.

Visto que la situación no tenía remedio. Bueno, si tiene pero hay que armar mucho barullo para hacerlo bien y entre que estamos a domingo, se acercan las vacaciones...vayamos a que nos pongamos a ello y me quede sin mi ansiado descanso. Claro que algún día habrá que hacerlo. Si, al final habrá guerra. Pues eso, me marqué un paseo por Pradollano. El sol picaba a conciencia, hacía un fresquito montañero de lo más agradable y no tuve más opción que sentarme en una terraza y tomarme un par de cocacolas con una excelente tapa de jamón con tomate mientras pausadamente leía el periódico de la casa que amablemente el camarero me había traído. Un gustazo para más datos. Lástima que me dejara el monóculo en casa. Era de las ocasiones en que merecía la pena llevarlo. Solo en la terraza, tranquilamente disfrutando del momento, es cierto que no es una situación muy rentable para el hostelero aunque supongo que más tarde si habría comensales en el local. Pero bien, pecando de egoísta -para eso dispongo en mi persona de todos los pecados capitales según dice el Maestro de las Buenas Maneras- mi comodidad bien merecía un descenso en la recaudación mañanera. Lo cierto es que no había mucha gente. Eso lo demuestra -lo comento para oídos de visitantes asiduos de Sierra Nevada- que el pánzer lo estacioné en mitad de la plaza Europa, a la sombra de un árbol de parque saludable. 

Esta si que es grande, de campeonato diría yo. Parque saludable, qué coño es eso. ¿Te saludan los árboles? Hola Don Pepito...su mujer se los pone -y bien colocados- con su amigo Santiago el que parece exseminarista. Qué árbol más majo comentando de forma saludable las mezquindades ajenas. Creo que la historia va por el camino de la equipación en aparatos para hacer ejercicio, más propios de un gimnasio que de un parque donde por tradición la gente siempre ha utilizado los parques para pasear, desde luego para hacer algo de deporte andando o corriendo, sentarse a leer un libro, a mirar las musarañas mentales, meterle mano a la novia, o viceversa, encuentros clandestinos....y demás temática adosada al mundo de los parques. Pero tengan esto en cuenta, los parque siempre, de toda la vida del Señor...siempre, han sido saludables. Nunca ha hecho falta colocarles aparatejos para ello. Que no voy a criticar su instalación, pero no me lo apelliden como parque saludable por esa gilipollez. 


Estoy hasta los santos cojones de tanto buen rollo. Hay cosas que no se deben hacer, nunca, aunque te digan que no pasa nada...no te preocupes que yo paso. Coño pues no, que luego llega el chaval o la nena y le pregunta al padre si ellos también son saludables. El padre piensa antes de contestar que si, la profe de la nena está buenísima





Las tres menos cuarto...voy a leer el Ideal, pero en papel que mola más, sobretodo en domingo.

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