Desde luego vender hay que vender. Lo cierto es que incluso un ortodoxo del comunismo tenía que comprender o cuando menos, transigir con la publicidad -casi que capitalista- de la industria del automóvil soviético. En las fotos siguientes podrán comprobar como además de los clones de nuestros Seat setenteros en plan Lada soviéticos, la publicidad de la SEAT de entonces comparado con GAZ y LADA, distan muy poco.
Seamos capitalistas o comunistas, la idea de un buen coche y una señorita de muy buen ver convencían lo mismo tanto a un hipotético comprador occidental como a un moscovita. Idem si estamos hablando de una familia prototipo a la búsqueda de el coche que les lleve tanto al chalecito de la sierra como a la dacha rusa.
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No puedo dejar de comentar esta imagen. Teniendo en cuenta mi desconocimiento total de las costumbres soviéticas, de los tópicos rusos, del folclore de la tierra de los zares. Aún así me arriesgo a aventurar que cosas como esta propiciaron la caída del régimen soviético. Quién iba a comprarse o solicitar al partido o lo que fuera. Por cierto que estoy pensando que solicitar al gobierno un coche no es tan soviético, que aquí con las subvenciones para todo....desde luego así vamos.
Bueno no me desvío, vaya que no. Así no hay forma de vender un automóvil.
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