miércoles, mayo 25, 2011

The Karts

Este post lo debo. Vamos que estoy en deuda por escribirlo desde hace casi un mes. Pero bien, como hoy día el tema de retrasar los pagos por deudas está de moda...y aún estoy dentro de los días que marca la ley como plazos máximos para liquidar deudas. Hoy emito este pagaré -no a la orden- para saldar mi cuenta con el sr. Utah.

¿Que cómo llegamos a conducir unos karts? Eso lo contaré al final del post, en una especie de capítulo de agradecimientos. El caso es que finalmente nos encontrábamos pilotando esos pequeños autos. ¿Quiénes? No importa mucho pero entre mucha más gente, el sr. Utah, el sr. Jiménez, el Maestro de las Buenas Maneras, el Caballerete y este que les escribe. Puedo pecar de presuntuoso pero nos reunimos algunas de las máximas autoridades en conocimientos del motor expresados en jornadas de birras y copejos. A la par hay que sumar que nos gusta conducir, o pilotar como me gusta decir. Si, el post va de vivencia personal y centrado en el tema del motor. Así es que a título informativo para aquellos que comiencen a leerlo y no sean estos precisamente sus intereses de lectura -al menos en este momento- casi que mejor cortan la lectura del post.

Lo dicho...karts. De antemano digo que salvo una experiencia con unos diez años que tuve con un kart, en aquellos entonces se les decía minicars...hoy nos hemos modernizado y decimos Karts, que suena más contundente y flipante. Pues eso, mi experiencia de chavalín fue en uno de esos minicars en circuito de tráfico que se supone dirigido a que los chavales aprendan las normas de circulación...pero que lejos de eso, lo único que recuerdo es que eso no corría nada. Puede que digan que con diez años no se tiene sentido de la velocidad suficiente para calibrar eso...pero contando algo de mi intrahistoria, con diez añitos este que les escribe ya conducía automóviles con más destreza que muchos propietarios legales de carnet de conducir.

Bien, circuito karting del sol. Gran premio de la Axarquía, escudería PanzerMortorsport...y demás. Para quién nunca ha pilotado un kart...se lo recomiendo. Es una experiencia divertida, emocionante, cargada de adrenalina y muy lejos de lo que hoy es conducir. El kart sigue al pie de la letra la definición de automóvil deportivo que en su momento dió el Commendatore Ferrari. Un auto debe acelerar cuando el conductor lo requiere, frenar de la misma forma y tener un comportamiento acorde con la capacidad del piloto. Amén de esto...un auto deportivo es el vehículo que consigue hacer un placer la conducción. El kart, acelera lo que tu quieras -quizás un poco menos...por cierto que estoy hablando de los que alquilas en los circuitos- frena cuando tu quieras -y los frenos aguanten claro está- y su comportamiento, mejor dicho, su límite está más lejos que el del piloto..al menos en un primer momentos o en las primeras tomas de contacto. Y si, vas pegado al suelo, el  motor lo tienes a tu espalda, entre las piernas tienes el depósito de combustible -vaya frase...ejjee- y esto puede estrellarse, arder...da igual. Es un auténtico placer.

Te sientes un piloto cuando comienzas a trazar bien los tramos del circuito, piensas cuando te has bajado del kart la absoluta concentración que debe mantener un piloto de F-1 porque si tu con el kart te despistas y pegas el trompo o simplemente llegas pasado a tomar la curva...es increíble la tensión mental que se necesita para mantener durante dos horas un pilotaje artesanal casi perfecto. No puedo dejar de apuntar el auténtico placer que es montarse en los pianos del circuito y ver como "vuela" una de las ruedas y al kart pegando el latigazo al volver a traccionar en el asfalto. Recordar algun comentario sobre el estilo de conducción de Schumacher -procedente de los karts- con esos precisos volantazos y ponerlo en ejecución es un auténtico chute de amor al motor..al automóvil.

¿Y esos frenos? Prescindiendo de la experiencia de la carencia de ellos como le ocurrió al Maestro...frenar en su momento, atrasar la frenada al máximo para propiciar el consiguiente adelantamiento...incluso en colocar bien al kart para salir traccionando lo máximo de la curva...Aunque eso si, esto último no lo puse al efecto porque el deslizamiento trasero del kart, esa forma de patinar las ruedas motrices, vale que perdía un tiempo precioso, pero es la quintaesencia de la conducción; volver a coger la trazada adecuada a base de volante y pedal de acelerador, son actos que en el común de los días no podemos -ni debemos- hacer con nuestro auto.

No puedo olvidarme del sonido. Bien es cierto que en un principio y sabiendo que no es más que un dos tiempos -vamos de motillo- es curioso pero cuando se está en mitad de circuito disfrutando de la conducción del karts....juro que es cierto que como mínimo es un V8 lo que parece que llevamos mandando par a las ruedas traseras. Por cierto, ruedas traseras, tracción trasera el sumum de la deportividad. Un purista sabe, aprecia y defiende que un deportivo debe ser siempre de tracción trasera...lo demás se acerca pero no es genuino.

Y después de esto hay que decir que no ganamos. El sr. Jiménez quedó tercero que no está nada mal. Pero nunca habíamos pilotado karts, estuvimos más pendientes de disfrutar del pequeño auto y...calma. En esto hay revancha y entonces veremos cuáles son los auténticos puestos de cada uno.

Fin del post.





agradecimientos. Mi enorme, permanente y especial agradecimiento a mi amigo el sr. Utah -por supuesto a Bibi lo mismo- por el detalle que tuvieron de hacernos pasar un día genial. Pero aún más tengo que estar en deuda con el sr. Utah por haber tenido la idea de pasar además de un día  todos juntos, comiendo, bebiendo..y todo lo típico que ocurre en un día que te juntas con buena gente, un día.. disfrutando de quizás mi mayor pasión, el motor y la amistad.

2 comentarios:

Santino dijo...

Que cabroncete eres... me has emocionado y todo...

Gracias a vosotros por permitirme pasar un día absolutamente cojonudo e inovidable....

Maldita primera curva!!! La revancha se acerca... mantened las gomas calientes...

laindefensiónaprendida dijo...

Schumacher comenzó así. Es en serio.