Televisiones, radios, internet, blog, webs...todo; absolutamente cualquier medio de comunicación social se ha hecho eco del cuarto decenio de nuestra primera visita a la Luna. ¿Y por qué tanta historia? Versiones hay y habrá muchas. Desde el encanto de la conquista de lo desconocido, el poder de una nación -esto queda muy americano-, el máximo símbolo junto con la guerra fría del enfrentamiento de las últimas dos superpotencias. Actualmente ni siquiera los EE.UU son tan superpotencia como entonces...en fin, muchas apreciaciones de un mismo hecho.
A todos nos llama la atención la carrera espacial, tema que por cierto con el paso de los años ha terminado siendo más famoso por sus deméritos que por sus aciertos. Y es que retenemos mejor en la retina o en nuestro pensamiento el desastre del Challenger o del Columbia que la misión del Apolo XI.
Yo en este post solo me voy a quedar con un dato, para mi tan relevante como importante en relación a como "han cambiado las cosas, los tiempos y los pensamientos". Resulta que esta misión a la luna contaba con un escaso y raspadísimo 50% de probabilidad de salir bien la misión. Así que era tan factible y loable que se quedaran jodidos y muertos en la Luna sin posibilidad de regresar, o simplemente el Apolo pegará un cruje de tres pares y la misión con astronautas incorporados terminara en el más absoluto carajo. En suma, un riesgo para los tripulantes de la misión, y con esto tiendo a donde quiero llegar, un riesgo inasumible hoy en día. Perder vidas, asumir un compromiso -fuera de lo normal claro está-, exponer vidas en post de un objetivo cuando menos que no claramente representativo en cuanto al coste que suponía y si en cuanto al valor añadido que revertiría el fruto positivo de la misión.
A lo que voy es que simplemente nos hemos amariconado, reblandecido. Hoy en día asumir una misión espacial con esa probabilidad de triunfo es completamente imposible. Gobiernos, políticos, psicólogos, periodistas de tres al cuarto y demás gente de "supuesta" izquierda y parte de una derecha clavada años en el inmovilismo más absoluto clamarían al cielo unos y otros por la desfachatez de la misión. ¿Por qué? Simplemente porque hoy todo se juzga tanto desde la perspectiva de los perfecta e insoportablemente -para mi- politicamente correcto y además es "bajo los paradigmas contemporaneos" inviable económicamente ni siquiera para una superpotencia o un conglomerado de ricos países -dícese la U.E-.
Los grandes logros requieren de soberanos y titánicos esfuerzos. Eso hoy no se juzga ni se valora como algo no digo extremadamente positivo sino ya solo que admisible. Además con la recua de descerebrados que nos rodean...¿qué mínima parte de la población daría a este hecho su apoyo? En España está claro que nadie, absolutamente nadie más que un puñado de amigos y casi a escondidas.
Las grandes metas siempre tienen un gran coste. Hoy en día no queremos asumir ni siquiera el coste mínimo a sufrir o pagar por nimia que sea la acción que lo provoque. Estamos en la sociedad de la total intransigencia al esfuerzo no ya digo supremo si cuando menos importante. Todo lo queremos ya, en el instante requerido y con el mínimo esfuerzo posible.
Así estamos que ni siquiera somos capaces de terminar la estación espacial internacional. Vivimos en la incredulidad de no anunciar en las televisiones -medios de control de los lerdos mayormente- que los transbordadores no pasarían una revisión de seguridad de ningún organismo aeroportuario y sin embargo siguen viajando al espacio. A lo que hay que agregarle que las Soyuz rusas son engendros con tecnología análoga a las misiones Apolo y sin embargo vigentes...plenamente vigentes en estos tiempos de supertecnologías. Se viajó al espacio por muchos años con ordenadores menos potentes que cualquier teléfono móvil medio de hoy en día.
Así que esto es un tributo a una época en que las acciones merecían la pena. El riesgo aún cuando fuera alto era lícitamente asumible, se premiaba, valoraba y se enseñaba el gusto por la responsabilidad de los actos difícilmente asumibles y sobretodo las metas era mucho más altas que cualquiera de hoy en día....incluída la alianza de civilizaciones -de playmobil añadiría yo-.
Un tributo a la carrera espacial y un canto por el valor de las misiones Apolo.
*por cierto como música nada mejor que REM y su Man on the moon.
* por cierto la imagen del principio del post es el homenaje de Google a la aventura espacial de la conquista de la Luna.
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