Lorenzo, Villa, Reina...el Kun -este no tendría que ponerlo que esun traidor- pero bien. El vídeo merece la pena, la canción es pegadiza aunque vuelvo a recordar que se me han terminado las vacaciones, mañana curro...y bueno; volvemos a la rutina.
domingo, agosto 28, 2011
domingo, agosto 14, 2011
El chill out como instrumento de cabreo. Cronicas Conilenses. Capítulo 2.
Que si, cierto..cierto. Además, una experiencia comprobada, no es únicamente teoría sino todo una demostración sobre el terreno lo que presenciamos en el chiringuito de Sancti Petri. Puede parecer extraño, incluso una especie maniobra oscura en mi cruzada contra el Chill out que tanto le gusta a el amigo Jiménez. Pero no, no me ha hecho falta ningún movimiento maquiavélico para contrastar la oscuridad que hay tras el chill out.
Rememoro los hechos; El sr Delgado, el Maestro de las Buenas Maneras, el sr Giuseppe y este que les escribe como testigos, la señorita Bibi no porque permanecía en la arena...nuevamente. Haciendo un paréntesis en una extrema sesión mañanera de playa - a la playa en Cai...nunca máis-y después de comer en la misma playa -gratos recuerdos del bocata aún tengo- nos dirigimos al chiringo a procesar un café solo con hielo acompañado de copazo. Todo bien, una sobremesa placentera, en una barra...perfecto. Con viento pero sin molestar, la playa al lado -no lo suficientemente lejos...- un nivel de arena mínimo -al menos en las bebida el rastro era inapreciable- y en fin, disfrutando de la hostelería a pie de playa.
Pues bien, en el chiringuito de Sancti Petri surgía por los altavoces música chill out. Si, de esas que supuestamente se indica para relajarse, tranquilizarse, disfrutar más de la vida, reducir la velocidad de movimiento por la vida...y no sé que yo cuántas indicaciones más. No, vamos que no, ese mortecino ritmillo repetitivo estaba calando en nuestras almas...cierto, para malo. De hecho estábamos comentado lo pesadísima que es esta música...se introduce el ritmillo machacón en la cabeza, en el sentido...que digo, en el alma y súbitamente notas que algo bulle en tu interior...estás ardiendo y necesitas una descarga de violencia para liberar presión....
-Se puede saber ¿qué cojones pasa contigo?¿Cuál es el puto problema con la cuenta?
No, no eramos nosotros, de hecho nosotros nos encontrábamos entre aquellos que o tenían un vaso en la mano, o un tenedor...alguien habría con una puntillita en la boca...unas hortiguitas...choco, pero cierto que todos nos atragantamos con el "lío voces" que se montó en un tres con tres entre dos camareros...o el sherif del local con uno de los camareros. De cualquier forma estoy seguro y es más, fue una conclusión a la que llegamos todos los presentes de forma conjunta -y ponernos de acuerdo es tarea complicada- que la jodida música chill out ataca nos nervios y es perjudicial para la salud, el buen ambiente de trabajo, los comensales y..vaya usted a saber más.
Desde luego si hago un llamamiento internero desde este post para que cuando se esté comiendo, de sobremesa de cafeses y demás, cenando, desayunando y en resumen, cuando se esté tranquilo en un establecimiento hostelero por favor, ruego atención, no pongan música Chill out. Déjennos en paz, es mentira no relaja...cabrea, no transmite quietud te cagas en el hijo de la grandísima puta que te está dando la brasa, no pacifica le metes dos tollinas de padre y muy señor mío al mamón que pase primero...y no digo como hace que te vuelvas de relajado a otra sesión de treinta y seis años de playa vespertina. Yo creo que del mal rollo imperante hasta los cubitos de las copas se fundieron antes. Por mucho que diga el sr Delgado que en la playa son mejores los cockteles por aquello que el hielo picado aguanta más y no agua la copa como el normal...pero eso es otro tema.
Esas palabras tuyas son como puñales.....eeeeeeeehhhhhh.
Con esa frase que esperamos...una repentina rendición de Al Qaeda?? NO joder, eso es parte de una letra de un disco tipo flamenquillo-chill out tan del gusto del sr Jiménez. Además la señorita que lo canta parece que está como que "cabreá" vamos que le "enfae" la situación. Y de esa forma, con qué santos cojones nos vamos a tranquilizar. Ven ustedes como hasta estoy escribiendo cabreado...y a santo de qué se preguntarán ustedes que estoy yo así. Pues muy sencillo, simplemente estoy tarareando la canción esta de los puñales y ya me está entrando la mala leche. Unan a eso que poseo los siete pecados capitales -a decir del Maestro- de modo que no me toquen....
Nunca Máis.....nunca máis.
Pues bien, en el chiringuito de Sancti Petri surgía por los altavoces música chill out. Si, de esas que supuestamente se indica para relajarse, tranquilizarse, disfrutar más de la vida, reducir la velocidad de movimiento por la vida...y no sé que yo cuántas indicaciones más. No, vamos que no, ese mortecino ritmillo repetitivo estaba calando en nuestras almas...cierto, para malo. De hecho estábamos comentado lo pesadísima que es esta música...se introduce el ritmillo machacón en la cabeza, en el sentido...que digo, en el alma y súbitamente notas que algo bulle en tu interior...estás ardiendo y necesitas una descarga de violencia para liberar presión....
-Se puede saber ¿qué cojones pasa contigo?¿Cuál es el puto problema con la cuenta?
Esas palabras tuyas son como puñales.....eeeeeeeehhhhhh.
Con esa frase que esperamos...una repentina rendición de Al Qaeda?? NO joder, eso es parte de una letra de un disco tipo flamenquillo-chill out tan del gusto del sr Jiménez. Además la señorita que lo canta parece que está como que "cabreá" vamos que le "enfae" la situación. Y de esa forma, con qué santos cojones nos vamos a tranquilizar. Ven ustedes como hasta estoy escribiendo cabreado...y a santo de qué se preguntarán ustedes que estoy yo así. Pues muy sencillo, simplemente estoy tarareando la canción esta de los puñales y ya me está entrando la mala leche. Unan a eso que poseo los siete pecados capitales -a decir del Maestro- de modo que no me toquen....
Nunca Máis.....nunca máis.
viernes, agosto 12, 2011
La playa...horarios establecidos para un buen uso. Crónicas Conileñas. Capítulo 1.
Cuatro días de playa por los alrededores de Conil...y Conil mismo dan para mucha temática.
A todo esto tengo que descubrir mi identidad de playero...y es que soy un manatí blanco. No soy un fideo, mi color de piel dista de ser remótamente moreno y tanto por recomendación médica como por iniciativa propia...el Sol y yo no llevamos una buena relación. Me gusta el calor pero no el sol. Bien, lo cierto es que este año incluso he abandonado mi papel de manatí blanco para convertirme en el buda blanco playero. ¿Y eso por qué? Una vez escuchadas las descripciones que sobre el tema hicieron tanto el Maestro de las Buenas Maneras como el amigo Giuseppe...con la gorra, las gafas de sol, sentado y con las piernas cruzadas y ese color blanco mortecino que luzco...era un verdadero buda blanco entre nenas tremendas y morenas y señoritos lagartos achicharrados.
Dicho lo cual si mantengo que me gusta la playa...pero con moderación. Como todo en esta vida, menos conducir, el atleti, las señoritas....España, la trilogía del Anillo y poco más, hay que tomarlo con moderación. Hay que respetar unos horarios de playa. Señores, no vivimos en playa, no nos hemos empadronado en la playa y no...no pensamos instalar nuestra residencia en la jodida playa. El abuso no es bueno, la moderación playera si.
Un horario aceptable, relajante, tonificante y que incluso aleje el espectro del estrés...es el siguiente.
- POR LA TARDE. Dos horas de playita...si nos dan la brasa igual tres. De seis a ocho o de siete a nueve e incluso de seis a nueve. Nuevamente esto está prescrito para aquellos que residen en costa y cercanías...esto no es necesario practicarlo cuando solo es una jornada -larguísima- playera. Lo dicho, después de comer, del café, del pacharán o copichuelo a elegir. Se duerme la siesta. Repito; se duerme la siesta. ¿Y dónde mejor? Por Dios, aprovechemos el progreso que tantas vidas y malos ratos ha costado a nuestros antecesores. Ante todo en habitación climatizada. Hoy día, gracias Dios nuestro país es una gran potencia turística y hostelera. Toda habitación tiene como mínimo su split de pared, da igual en este caso que tenga tecnología inverter o no....y acondicionamos nuestra siesta a esos veinte y cinco gradines tan gratos para dormitar. En la playa no se duerme, se mal duerme. Por supuesto se puede sustituir siesta por tertulia. Pero no en la playa, en chiringo y bien regada la tertulia con bebidas e hielo.
- Y PUNTO. Por supuesto la playa tiene que estar equipada con acceso pavimentado hasta el inicio de la misma, duchas y establecimiento hostelero -si es chiringo mejor que mejor- a menos de cien metros del lugar. Calas, riscos, playitas hipis y demás...solo de visita y la estancia no puede ser mayor de dos horas, a lo sumo tres. Porque qué coño hacemos en una cala. Vale de primeras ver a las señoritas de buen ver, bañarse y....volver a ver a las señoritas de buen ver; marcarse otro bañito....este preceptivo para disminuir el calentón; y....¿qué más? Me apetece leer el periódico...coño pues no hay quiosco. Me apetece un polo flash...tres cojones iguales al periódico. ¿Una birra? Pero no una birra de nevera con arena...una birra en vaso, apoyado en la barra sino puede ser sentado. Joder es que resulta que esta cala pierde su encanto si nos ponemos así. Pues vale, no nos ponemos pero nos vamos, pues con ese equipamiento una persona civilizada no puede aguantar más de tres horas en semejante agreste lugar.
* Fue Bob el balón el que ingirió las birras Skol
* El surfista de la foto a lo Dylan McKay es el señorito Jiménez.
* Los capítulos de las Crónicas conilenses continuarán y ya anticipo que en ninguno de ellos saldrá ninguna imágen de este que escribe por no hallar ninguna lo suficientemente honrosa u honorable como para demostrar mi paso por la playa.
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