domingo, marzo 15, 2009
Feria, tapas, Loja y la Guardia Civil...crónica de un día de sábado.
La verdad es que de película de Paco Martinez Soria o de Berlanga tipo la escopeta nacional. Pero bien, voy por partes.
El sábado empezó normal, me tocaba mismamente currar este sábado por el tema de los turnos y aunque abrimos media hora más tarde me levanté a la misma hora y salí igual de temprano. Más que nada porque el panzer necesitaba un lavado de cara que hacía casi un mes que no pasaba por el agua y estaba hecho un polvarín rodante. Lo suyo es una limpieza a base de pistoletazos y a mano pero vamos...entre que no me apetecía mucho y tampoco me iba a poner a echar la gota gorda, así que opté por un tunel de lavado que funciona muy bien en una gasolinera cerca del trabajo y para allí que fui con el panzer. Y menos mal que madrugué porque se conoce que no era el único con esa idea para primera hora del sábado y allí estaba yo, a las ocho y cuarto de la mañana y con tres coches delante mía para meterlos por el tunel.
Pues nada, a esperar que la paciencia es una virtud de sabios...y sino, pues se echa mientras un pitazo y punto. Veinte minutos después solo quedaba un auto por delante de mi panzer. Otro Peugeot por cierto...y por aquello de hacer que pasara más rápido y ameno el tiempo, le comenté al propietario y taxista en cuestión cómo le iba su 407. Una conversación muy amena porque lo primero que me dijo es que ni por un asomo era comparable a mi panzer 406...jejeje, en ese momento mi ego se expandía por la gasolinera, y en fin, que los minutos que duraron la travesía por el tunel de lavado del taxi fue un rato agradable de conversación. Huelga decir que la jodida y oscura crisis por suspuesto que surgió en el diálogo mantenido. Más que nada porque el sr taxista me preguntó si es que iba a cambiar de coche, a lo que yo le contesté que no, porque el panzer estaba en optimas y perfectas condiciones y además que tal y como estaban las cosas mejor esperar a mejores tiempos.
Bueno, el resto de la mañana la pasé en el trabajo y además sincronizando con el Sr Delgado, el sr Jiménez, el Maestro de las Buenas Maneras y el sr Giuseppe la recogida de todos ellos para dirigirnos a Loja. Llegado el momento de plegar persianas en el trabajo, recogidos todos los anteriormente citados, llegados a Loja, aparcado el Panzer en un buen lugar y entonces...prestos y más que dispuestos a consumir cervecitas con sus tapas. El sr. Delgado había llegado antes, venía desde las tierras costeras de Málaga y ya estaba con el sr Delarge el cual estaba en Loja desde el día anterior en la mejor compañía de su srta M.J.
Pues bien, como ya digo una vez aparcado el panzer y sabiendo el lugar de reunión con los dos anteriormente citados y las nenas que ya sabíamos dónde estaban todos, no tuvimos mejor opción que hacer un alto en el paseo hasta el encuentro con todos y todas y optar por hacer un alto en el camino. Así que el primer bar que estaba en la ruta de acera por la caminábamos fue elegido sistemáticamente para entrar. Un punto porque era el bar de los sindicatos, concrétamente de CC.OO así que la primera caña fue una caña obrera, con unas anchoas y aceitunas de tapas en la primera ronda y en la segunda...pues no me acuerdo.
En fin, una vez consumido el tentempié llegamos para la plaza donde nos estaban esperando. Detalle por su parte el guardarnos unas sillas para sentarnos en la terraza y una vez realizados los saluditos-besos pues nos marcamos un par de rondas de birras. Es verdad que siempre que hay algún evento tipo feria de la tapa, da igual que sea en Loja, en Granada, en la feria de muestras o en Fernando Po....es lo mismo, resulta ser el peor día para comer tapas. Hay mucha más gente en la calle, si encima coincide con un cojonudo día de sol como el de ayer pues aún peor, las tapas son más pequeñas, hay menos variedad y en fin, lo dicho...que el día de la tapa es el peor día para ir de tapas.
Aunque todo controlado, bien es cierto que ya era bastante tarde. Estamos hablando de las cuatro y pico de la tarde, estábamos hambrientos y bueno, gracias a Dios las nenas se marcaron el detalle de llevarnos a otra terraza donde si pudimos comer bien. Desde luego no a base de tapas, pero las raciones de patatas fritas con mayonesa, rosada, calamares, lomo, algunas de ellas por duplicado y todo ello bien regado con cerveza hizo que nos repusieramos de forma más que aceptable.
Y aquí comienzan los episodios absurdos. Resulta que estábamos todos sentados, les describo ahora mismo el orden de sillas y ocupación de cada una. La mesa que eran tres mesas cuadradas juntas y a lo largo hacían que empezando por uno de los extremos ocupado por el sr Jiménez, a su derecha y siempre en este orden, la srta María José, su prima la srta María José, el sr Delarge, su señora María José, la srta Teresa, la srta Ana, el Maestro de las Buenas Maneras, un servidor de ustedes, el sr Delgado y completando el círculo-rectángulo el sr Girussepe a izquierdas del sr Jiménez.
Nótese y hagan cuenta de esta aclaración que les hago...no se me han olvidado los nombres de las señoritas, voto a bríos, nada más lejos. Es que hay muchas María José en este grupo aunque parezca que por la repetición de nombres los hubiera olvidado, ni sus nombres ni por supuesto lo bien que se está en su presencia y aún menos lo bien guapas, simpáticas y buena gente que son todas sin excepción. Lo cual no quita el estar ojo avizor porque a la menor pifia aquí las señoritas tiran con balas de plata y sale uno acribillado ante la pifia cometida y presenciada por estas bellas damas.
Y resulta que mediada ya la primera ronda de birras y estando entablando algo parecido a una conversación con el Maestro de las Buenas Maneras, noté prontamente que una mano recorría parte de mi pierna hacía la rodilla....Coññooo!! Esto que es?? Joder, el sr Delgado me está metiendo mano.
-Tu me estás metiendo mano inútil!!!-
- Yo no....digo sí...
- Antonio me está metiendo mano -le dije al Maestro de las B. Maneras.-
- Joder...me he sentido raro...so mierda.
A todo esto, el sr Delgado había pasado del rojo al amarillo y ha descojonarse de manera absurda, continuada, esperpéntica diría yo de lo que el mismo había hecho.
-Joder coño que has confundido mi pierna con la de tu sra Vivi...sino está te jodes pero...verás que te meto -no tuve más remedio que comentar a como pude porque la risa me hacía ahogarme, dolerme el estómago y encima con un pito encendido no había forma de recuperar la respiración. Así que como que entre diez y quince minutos largos de risa esperpéntica con la pifia cometida por el sr Delgado. A ver está claro que bajo el vaquero...mis rodillas no están mal...jajajaj Pero claro siempre y cuando este hecho no pase inadvertido para las féminas, a los caballeros les recomiendo directamente ignoren mis virtudes de Apolo...primero porque yo solo tengo ojos para las señoritas y segundo porque los dejo de cromos en la pared más cercana que encuentre....jajajajaj incluído tu Antoñiitooo....Por supuesto espero que la srta Vivi tome las medidas adecuadas para que el sr Delgado no vuelva a cometer estas pifias.
Yo creo que eran ya las seis y media cuando dejamos el consumo de birras y raciones para dirigirnos a la cafetería de las inglesas que tal y como me explicó la srta Ana -muy guapa ayer por cierto...bueno ayer y siempre- resulta que este local de cafeses y demás pasteleses y teses está regentado por unas inglesas. Todo perfecto, un café cojonudo y digno de elogio, si acaso y por poner un pero....los servicios de caballeros, y es que estar haciendo aguas menores y tener la ventana a escasos veinte centímetros de uno mismo, ventana por otro lado de grandes dimensiones hacen que uno parezca que no está en un recogido y simple baño de un bar sino más bien haciendo aguas ante la espectación que la población de Loja que pase bajo el edificio. El caso es que la parte baja de la ventana cristalera es de crital translúcido, de modo que no es posible ver....lo que NO hay que ver, pero aún así parece tanto que está siendo uno espiado como que también si tiene uno un desequilibrio estando de pie y apuntando las "aguas" hacia la taza pues como que se va a caer uno por la ventana...y joder, estrellarse mientras uno "mea" como que no es cosa apetecible ni es una muerte a recordar.
La tarde iba avanzando y después del café lo que pegaba era unas copichuelas. En mi caso nada porque debía de llevar a los niños de vuelta en el panzer, así que me tomé un par de cocascolas mientres los demás consumián sus respectivos catacroquer. Total que entre guerras de pipas -la srta Ana fue la que empezó- y demás comentarios fue llegando la hora de marcharse. Estábamos desde luego en la gloria en tan grata compañia pero no era cuestión de volverse tarde así que nos despedimos de todas las señoritas, a ver si nos vemos con más frecuencia y nada...de nuevo para Granada.
El Maestro de las Buenas Maneras prometió al sr Delarge que cuando su Xantia falleciera, la radio, una buena radio, se la daba para el super Mercedes Benz del sr Delarge, de esa forma mandaba al carajo la radio de cassete. El caso es que logicamente fallecido el Xantia ayer el Maestro iba a darle al sr Delarge la radio. El "paquete" lo dejamos en cuestión en el maletero de mi Panzer hasta ver cuándo se lo dábamos. Así que al final del día y cuando partíamos quedamos con el sr Delarge en esperarle a la salida de Loja, concrétamente en la entrada al supermercado Lidl de allí. Prestos y dispuestos aparcamos el Panzer en el lugar acordado en espera de la llegada del sr Delarge para darle su "paquete". En esto y para amenizar el rato, obviamente las puñaladas llovieron entre todos los ocupantes del panzer, el Maestro, el sr Jiménez, el sr Giuseppe y un servidor. Tanto que en un momento dado el Maestro de las Buenas Maneras salió del panzer para airearse, cuando momentos después se nos acercó un coche de la benemérita, de la Guardía Civil y se puso al lado nuestro. Salío un integrante de la pareja de Civiles, y el buen Guardía le preguntó al Maestro el motivo de que estuvieramos ahí parados, de dónde eramos y....alguna cosa más. Pues bien, cuando el maestro respondió a la autoridad Civil que éramos de Granada,todo bien, que estábamos esperando a un amigo que venía de Loja, todo bien también, para entregarle un paquete -Ostias lo que ha dicho!!!-....joder pues los restantes que estábamos dentro del panzer rompimos a reir. Y rompimos con una risa nerviosa porque a todos se nos vino a la cabeza que con la declaración del Maestro de las B. Maneras ante el Guardia Civil nos veíamos abocados a que nos pidieran los papeles, nos registraran el panzer -yo ya veía que me desmontaban hasta los asientos- y casi que de catacroquer esta noche nada...al cuartelillo. Claro, la cosa causó más risa nerviosa todavía a nosotros los del interior del panzer cuando para aclarar lo de "darle un paquete a un amigo" el Maestro de las Buenas Maneras también le refirió al Guardia Civil que el contenido del paquete en cuestión era una radio. Joder, ahora si que nos detienen pensamos todos...y claro, nuevamente nueva sesión de risas nerviosas. Entre tanto el señor Guardia Civil le comentó al Maestro de las Buenas Maneras que donde yo había aparcado el panzer, a la entrada del supermercado Lidl se ponían muchas veces rumanos para atracar el supermercado y claro cuando al pasar vieron a cuatro sujetos dentro de un Panzer 406 azul marino pues igual sospecharon...lógico por otra parte. En fin, que yo estando dentro del panzer no acerté a escuchar enteramente esa conversación pero si escuché algo de rumanos y claro...qué coño, opté por salir del coche. Así se lo dije al sr Giuseppe que me dijo algo así como -no salgas tu...a ver si lo lias más- pero nada que salí. Salí totalmente descojonado...le dije "buenas noches" al Guardia Civil que permanecía dentro del coche de la benemérita y me acerqué al Maestro de las Buenas Maneras y al otro picoleto...pero vamos que todo bien, los picoletos se marcharon...ya llegó el sr Delarge, poco más y le metemos la radio en la boca y claro, en el trayecto de vuelta las coñas hacia el Maestro de las Buenas Maneras pues como ya supongo que presuponen fueron grandes, largas y ácidas hasta extremos insospechados...y claro está, las risas de todos rebotaban dentro del panzer.
Poco más que contar, el sr Jiménez se quedó en sus tierrras de Brácana, el Maestr de las B. Maneras, el sr Giuseppe y un servidor nos fuimos cerca de mi casa a un bar a ver el Madrid-Bilbao, más tarde se nos unió el sr Delarge, luego nos fuimos de catacroquer a los pub que circundan los bajos de la plaza de toros. Entramos en uno llamado Chocolat, rápidamente rebautizado por nosotros como "chocoláss" en plan chanante claro está, todo lleno de nenas monísimas, que bailan muy bien, claro está nosotros estáticos cual menhires prehistóricos, muchas miraditas pero poca pesca. Como es lógico, el sr Giuseppe siempre está presto y dispuesto para estos ceremoniales pero al resto, especialmente el Maestro y un servidor no estábamos por la labor del ligoteo en plan suecas con Martinez Soria y despúes de dos catacroquer nos fuimos a echar los últimos catacroquer, en principio iba a ser el último de la noche al Pub Lobos. Allí si es verdad que se está en la gloria, buena música, nada del chumba-guaamba-latino-regueaton del carajo del pub chocoláss, con buenos catacroquer, nada de garrafón o en este caso copa aguada del cocholass, y ademaś también había señoritas en este caso además de monas hasta con buen gusto musical, pero en fin, el sr Delarge se retiraba pronto, el sr Giuseppe también le acompañó y nos quedamos el Maestro y yo para terminar de tomar el último catacroquer acompañado de buenos cacahuetes, palomitas y demás frutos secos mientras nos deleitábamos con una buena ración de buena música -mucho 80 y bastantes rarezas de los Rolling Stone que pincharon- y vuelvo a repetir que el local con gran cantidad de señoritas amantes de la buena música, o al menos estaban allí...jejeje. Todo muy bien, volveremos.
Ahora eso sí...cuidado con las declaraciones que se hacen a la Guardia Civil....luego el Maestro de las Buenas Maneras nos tachó de capullos como mínimo porque nos relataba que cuando le estaba dando parte al Civil, claro...al relatarle lo del el paquete que le tenemos que dar a un amigo y escuchar tanto el como el picoleto las risotadas que salieron del coche...en el fondo el también pensó, aunque en este caso no por sus comentarios sino por nuestras risotadas, que el Civil nos apiolaba como poco un multazo...jejejeje.
Al final llegamos a la conclusión que el picoleto al vernos y ver nuestra reacción pensaría...a estos grillados mejor dejarlos en paz...porque desde luego para ladrones no tienen ninguna aptitud.
Y poco más...que ya creo que dió de si el sábado, que empiecen con buen pie la semana y...cuidado con lo que dicen a la "berebérita" como dice Quiquito...que siempre nos vigila...jajajaja.
* la primera foto es la única que hice en Loja a la espera de las fotos del sr Delgado y del sr Jiménez...aunque eso si, vuelvo a repetir que caras ya no pongo más en el blog.
** la segunda foto no se ve bien...una lástima, es del pub Lobos y tiene unas frases escritas muy buenas...a ver si otro día con más luz -encenderé el mechero para la foto- puede verse mejor.
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