domingo, abril 25, 2010

En busca del pomo


La foto no es buena, mira que estoy para hacer otra u otras mejores desde hace días, pero al final prefiero poner esta y escribir este post. Pues si, se me rompió el pomo de la palanca de cambio del Pánzer. Desde luego hace ya tiempo se rajó un poco pero con un buen tratamiento a base de "lotite" -dícese también pegamento en otras lenguas- el pomo se restauró. Pero estas obras de restauración no tienen a veces los resultados necesarios y debido a mi mal trabajo o debido a que el "lotite" era de un chino el caso es que a principios de semana cuando cambiaba de marcha, concretamete la marcha "atrás" me quedé con la chapita de las marchas en la mano. 

Y por ahí no paso, uno de los pilares pilares básicos en los que se asienta mi estabilidad mental, además de que nunca falte el papel higiénico -no lo soporto- es que el Pánzer esté bien. Y claro el tema del pomo del cambio roto ponía contra las cuerdas hasta a mi propia integridad emocional. Esto hay que repararlo, mejor dicho me compro uno nuevo y punto. Tiendas de accesorios para automóviles hay una barbaridad así que en un principio no consideré nada complicado el tema de comprarme un pomo nuevo para el cambio.

Creo que es de las veces en que me he visto superado por la enorme dificultad que ha requerido el llevar a buen fin esta acción así como y lo primero es reconocerlo, mi incapacidad para en un primer momento no haber reparado en que esta acción de comprar un nuevo pomo para la palanca del cambio no iba a ser nada fácil de realizar.

Lo primero que hice fue acercarme por los especialistas más cercanos del Automóvil, Tiendas Aurgi y de segunda opción Center Auto. Impávido quedé cuando entre unas decenas de modelos de pomos de cambio distintos. A mía entre los dos establecimientos habría unos treinta pomos distintos no encontré ninguno deacuerdo a mi idea de un pomo de cambio para el Pánzer.

Conste que no buscaba nada especial, también hago incapie en remarcar que no quería ni algo demasiado caro ni por supupuesto excesivamente barato. Simplemente quería un pomo para la palanca del pánzer joder. Un pomo normal y claro, ahí estuvo mi profundo error...un pomo normal no es tan fácil de encontrar.

Cromados, con tornillos, diseños extraños, tuneados,supertuneados,maxituneados o ya el copón de tuneados. ¡¡Joder!! ¿No habia un simple pomo normal?. Durante un momento y después de visitar estos dos establecimientos estuve tentado de abandonar. Dirigirme a mi local y quitarle al seiscientos la palanca con la caracola sesentera.  Pero recapacité, me relajé y quemé el último cartucho....las tiendas Feu vert. Hacia mi última esperanza me dirigí no sin cierto desánimo en el corazón y pensando que igual juntando los trozos y esta vez usando "lotite" del bueno podría reconstruir mi antiguo pomo del cambio.

Feu vert...el final del camino. Una vez en el establecimiento y localizado el stand de los pomos, mi primera impresión fue un sentimiento de derrota total e incuestionable. Nuevamente todos los pomos eran iguales que los vistos anteriormente en los otros comercios. Claro, pensé yo, si lo que está de moda es lo tuning pues coño...tuning para todos en todos los lugares. Y claro a la gente normal que nos vayan dando por culo. Es más, tampoco porque le coloque al Pánzer un pomo cromo-metálico-cepillado con tornillos competición y terminado en imitación a kevlar, también lo había igual pero en vez de kevlar en terminación superior en madera y otro con un rayo pintado. Ojo que estos eran los más normales. Casi que había claudicado cuando encontré un pomo normal, bueno igual un pelín horterilla, pero en piel, con cosido en hilo azul eléctrico...casi mimetizado con el stand entre tanto reflejo de cromados, dorados, y demás formas estridentes adoptadas para mover una palanca de cambios.

Coño y no tenía precio. Me acerqué hasta el mostrador donde una chavala -muy mona por cierto- me dijo que mi pomo, mi preciado pomo costaba 22,90 sestercios. Un río de oro hubiera pagado por conseguirlo.

Pero al fin lo tenía...tantas vicisitudes y tantos malos ratos pasados hasta conseguir un simple y clásico pomo. Como premio metí al pánzer en uno de los mejores túneles de lavado de mi querida Granada y yo me fumé un cigarrazo mientras. Qué cansado estaba.


1 comentario:

Anónimo dijo...

se te a olvidado poner una fotillo del nuevo pomo. santino.