domingo, septiembre 23, 2007

Pequeñas cosas.

Me he colocado de fondo de pantalla una foto que hicimos desde la carretera del valle de Liendo, también la he metido de fondo en el ordenador del trabajo. Además de ser una vista impresionante, un paisaje ensoñador y un pueblo tan bello como sus gentes pues el tenerlo de fondo me hace estar allí. Es curioso como alguna gente que se ha fijado en la foto, siempre comentan más o menos lo mismo. Todos coinciden y aciertan al deducir que ha sido el lugar de mis últimas vacaciones, y lo más curioso es que casi todos lo ubican fuera de España. Los destinos-pifia más nombrados han sido Inglaterra, Alemania, Austria y norte de Francia como lugares cuna de mi fondo de pantalla. Pues no, no hay que ir tan lejos, como ya decía Alfonso X el sabio, -aún reconociendo que exageraba un poco- España es el país del paraíso terrenal. Voy a reproducir un fragmento de este texto perteneciente a la "Estoria de España" de Alfonso X, también llamada Crónica General por Sanchez Albornoz...joder me estoy poniendo de un académico del carajo...bueno, termino con esta vena diciendo que el fragmento literalmente lo copio del libro Historia Inaudita de España de Pedro Voltes, ed Plaza y Janés, año 1984, y que pasa por ser uno de mis libros de cabecera.
"Esta España que decimos es como el paraíso de Dios....Entre todas las tierras del mundo, España ha una estremanza de abundamiento y de bondad más que otra tierra..."
Cierto es que al rey sabio se le iba un poco la mano en cuanto a descripción del país pues ni aún en su época, con un clima más favorable que el nuestro, España nunca ha sido para tanto, aunque eso si, con rincones que en nada tienen que envidiar al mismísimo paraíso, poniendo por caso nuevamente al valle de Liendo.
Todo esto viene al caso de identificar aquello que te provoca felicidad o bienestar etc con cualquier artilugio, recuerdo o cualquier cosa a mano que nos haga recordar lo que echamos en falta. Es muy gratificante iniciar la jornada de trabajo, encendiendo el ordenador y teniendo como primera visión -si exceptuamos la primera pantalla del jodido windows- pues el lugar donde está el corazón de uno, eso gusta. Pasa lo mismo con los móviles, como puede ser que ahora el simple hecho de escuchar el móvil, ver si es un mensaje o una llamada y sobretodo ver quién es...es tan reconfortante. Ante la ausencia o más bien distancia de la dueña de los ojos más preciosos de la España de Alfonso X, cualquier instante, sonido, imagen que te hagan recordar o al menos que te hacen estar más cerca de quién físicamente no está se convierten en ese instante en "objetos de culto". Cuantas veces se me ha olvidado cargar el móvil, algunas veces me he pasado dos o tres días sin móvil porque no me he acordado de cargarlo, especialmente entre semana, y ahora someto a la batería del móvil a un estricto control para no perder uno de los vínculos que más me acercan a la responsable de todas esta cosas. Lo mismo digo en cuanto a correos, internet, chat..etc.
Por último y para hasta yo mismo darme cuenta que tengo la cabeza trastornada por Venus Afrodita, por cierto los enlaces son a la wikipedia, pues eso mi mayor síntoma de ensalzamiento de pequeñas cosas es sin duda alguna hasta mi más completa devoción por las compañias de telefonía móvil, y concretamente movistar. Si, ya se que lo que estoy diciendo es una barbaridad, y más yo, que era defensor acérrimo de vodafone, más que nada por joder a telefónica, pero coño es que resulta que esta gente piensa en los que estamos prendado de unos ojos del norte...y con historias de mi número favorito etc, consiguen que estemos más cerca y mejor. Entonces, cómo no voy yo a expresar mi agradecimiento a toda esta gente, empresas..etc que posibilita que este impresentable granadino escuche, vea y escriba a los ojos más bonitos de Liendo que ya los quisiera haber visto el rey Don Alfonso X el sabio.

sábado, septiembre 22, 2007

Tormentas y amortiguadores.

Ayer viernes se dieron las nubes un paseo por Granada como no lo hacían desde hace unos treinta años, al menos eso es lo que dice el periódico. Unos setenta litros por metro cuadrado...supongo que las ratas de esta ciudad se quedarían acojonadas con semejante diluvio que les vino encima. Rayos, truenos, en fin, flipante, desde luego hubo inundaciones, garajes anegados, desprendimientos...en fin nunca llueve a gusto de todos, eso es así.

Y tampoco llovió al gusto mío, bueno...la lluvia tampoco tuvo nada que ver, pero resulta que al salir del trabajo pues uno de los amortiguadores de mi panzer se rompió, más bien se partió, segado por una espada laser Jedi no hubiera tenido un corte más limpio, y claro, he aquí que cayendo chuzos de punta, la circulación colapsada y yo con un cabreo indescriptible, pues nada jodido y punto. Un compañero de trabajo se había venido conmigo, habitualmente lo hace porque su casa me pilla de camino y casi siempre lo tengo de pasajero en el panzar. Por cierto, el panzer es mi coche, un Peugeot 406, un tanque. A lo que iba...busqué en los papeles del seguro el teléfono de servicio en carretera -vamos la jodida grúa- y he de decir que me atendieron, tanto la telefonista de Mapfre como el servicio así, con una profesionalidad digna de elogio y de comentarios positivos, todo muy moderno, con mensajito sms al móvil diciéndote cuanto tiempo tardaría la grúa en venir...por cierto, al final fue menos, ya que el mensaje ponía una hora y no llegó a tres cuartos.

El caso es que visto que el panzer estaba jodido, la grúa avisada...y poco más que hacer por el panzer, mi colega de trabajo y yo decidimos como buenos aplicadores del pragmatismo más radical...buscar un bareto donde echarnos unas birras con sus respectivas tapas que para eso ya era la hora del papeo. Craso error, lamentable error de apreciación del terreno. No les he contado que la avería de la suspensión de la oruga del panzer tuvo lugar en un pueblo del cinturón de Granada, llamado Maracena, y concretamente en uno de estos barrios de rápido desarrollo urbanístico, característico del océano de construcción granadino, andaluz y español en suma -buena en suma no, porque por lo que he visto en el norte, por lo menos Cantabria, no han perdido los papeles como aquí- así les sigo contando que la zona del percance era una de estas sucesión de promociones de unifamiliares adosados, todos iguales, una alienación sucesiva de casas que para distinguir las distintas capacidades de cada arquitecto que las diseña se limitan a pintarlas en tonos ocres distintos...y en donde no hay vida. Me explico, no hay comercio...no hay vida. Si no hay locales comerciales no hay vida social. No hay panaderías, tiendas de chuches, librerías, eléctricas, tiendas de ropa...pequeño comercio en general y sobretodo no hay la base de la unión entre vecinos...coño no encontramos un jodido bar en quince calles. Hasta que no llegamos a la parte más antigua del pueblo, no encontramos un bar, y para entonces, además de estar calados hasta los huesos, cuando por fin llegamos a ese oasis seco que era el bar, al segundo tiento de cerveza...joder, el de la grúa que ya estaba llegando, nuevamente al coche, ya no llovía...solo había agua, creo que no había ni aire, y nada pues, nos montamos los tres en la grúa. Y digo tres porque sumo un nuevo personaje a la historia, el chófer de la grúa, un chaval de lo más apañado, simpático, consecuente con nuestro momento y también estaba calado como un calamar, nos pusimos a recorrer un trayecto de unos tres kilómetros en la próxima hora y media. Entonces descubrí el fantástico mundo de las emisoras de las grúas, que semejante tesoro para descubrir las desgracias ajenas. Desde el poco calculador conductor que con una mierda de Hundai Getz se atreve a pasar por un subterráneo con dos metros de profundidad, hasta descripciones de los compañeros gruistas de un pique entre dos contenedores de basura a ver quién baja más rápido por la correntera de agua en la que había convertido una parte de nuestras flamantes autovías granadinas...todo ello acompañado de cuando detectábamos alguna sujeta bajo un paraguas que estaba de buen ver...nuestro agradable compadre de grúa le pegaba un viaje al claxon que acojonaba a los mismos truenos de la tormenta. Por supuesto ya habíamos intercambiados los suficientes cigarros para crear en la cabina del camión una atmósfera lo más parecida posible a la de un buen pub de echar copas y de pronto por el altavoz atronó la voz de un colega gruista diciendo...."una tía que ha dado un aviso de avería...y llego allí, saldo del camión, me pongo de agua hasta las neuronas y la tía dentro del mercedes...que no sabe poner los limpias y que por eso ha llamado a la grúa...y yo le he dicho, señora pues yo tampoco que estos mercedes caros son muy raros, léase el libro de instrucciones del -puto coche..eso no lo dijo pero lo pensó, seguro- coche y buenas tardes.
Pongo por testigo a los tropecientos litros de agua que cayeron ayer en Granada que nos quedamos los tres simplemente "pasmaos". Como se puede llamar a una grúa para que te den en el mando de los limpias...¿Se puede tener tan simple? Bueno esa respuesta es fácil...si. Coño uno siempre que coge un coche por primera vez, sea para estrenarlo o sea porque te lo han dejado o lo has alquilado, lo primero que haces es ver donde están las luces, el pito y los limpias...coño claro y cómo funciona la radio.

Bueno, al menos la hora y media larga de trayecto hasta el taller se nos hizo corta, el agua nos entraba por las ventanas del camión porque no funcionaba la calefacción, se empañaban los cristales, no veíamos nada y no parábamos de fumar, así que las ventanillas bajadas cual caluroso verano granadino, pero coño, todo muy ameno. Incluso se me pasó el cabreo del asunto del coche.

Claro que tengo otra teoría y esta es que ahora me cabreo menos porque estoy con eso de la risa tonta...cuando te dicen y cómo es...pues como va a ser, guapísima y con mucho nivel.

Buenas lluvias para España y sus españoles que las necesitamos.

martes, septiembre 18, 2007

Verde y azul.
Tengo un gran amigo para el que la teoría de la paleta de colores extensa no existe, el blanco es blanco, el rojo es rojo, el verde otro tanto...el amarillo más de lo mismo, no entiende esos conceptos de azul tasmania, amarillo trigo, la idea de escuchar "esto es color caldera"...no la entiende, y la verdad es que es así, una caldera es un artefacto no un color, además que no se pintan todas igual. Pero bueno, yo la verdad es que si soy más dado a matizar los colores y a darles algo de vida, pues el rojo amanecer es más intenso o llega más que decir simplemente es rojo, aunque esto es otro tema.
Si es verdad que estamos invadidos de grises, o al menos tenemos gris la mente y el espíritu o alma o como quieran llamarlo y a veces la mera visión de un color te devuelve parte de sentimientos o reacciones que no tenías, se habían olvidado o como mínimo las tenía archivadas. Y surge que te marcas un viaje por aquello de tocar vacaciones, que en principio pues gusta porque vas con tus amigos y piensas pasar unos ratos muy agradables, divertidos y memorables donde los haya y surge que el viaje es a las tierras del norte del país, a Cantabria y uno que no es precisamente Willy Fog, cuando veo el verdadero color verde de la naturaleza me quedo mudo. Verde hay en todas partes, matices de verde hay incontables y gustos sobre la preferencia del tono de verde mejor ni contarlos. La gente alucina por mis tierras con el bosque de la Alhambra, el valle de los Pedroches, la sierra de Grazalema etc. Esta última no la he visto y cierto es que son paisajes impresionantes y que el verde de los árboles, plantas y en esencia de la naturaleza aquí también es sublime, pero yo no contaba con ver el verde que tanto he leído de aquellas tierras y que ciertamente la descripción se quedaba corta. Cuando comentaba con otra gente donde iba a ir en vacaciones uno de los comentarios más repetidos era que allí si vas a ver verde de verdad. Creo que no solo se refieren al intenso y embriagador color de la vegetación de aquellos lares sino también a que según mis pensamientos, estás más cerca de la naturaleza. Es posible que sea la conjunción entre vegetación espectacular, sierra, mar y una pluviosidad envidiable. Elementos con los que la Naturaleza puede crear una tierra tan bella como la región cántabra.
Para aquel que me conoce esto que he escrito le sonará a chino o a que estoy
embrujado, he sido abducido o algo así, porque normalmente soy lo más parecido al prototipo de urbanita con la máxima de que los árboles tenían que estar acolchados por el tronco para apoyarse mejor, en el campo solo hay bichos cojoneros y el césped a ser posible artificial. Por supuesto, ante camino de piedras...carril asfaltado. Tranquilidad que no me ha pasado nada malo, más bien todo lo contrario. Pero confieso que me he sorprendido a mí mismo -valga o no la redundancia lo pienso poner así- flipando con levantarme y mirar la montaña verde cubierta de árboles, o el prado que en pleno mes de agosto luce un verde envidioso en el mejor febrero-marzo granadino.
¿Y el mar? Simplemente impresionante, aunque eso ocurre en todas las costas...probablemente allí impresiona más porque aún la costa no está literalmente engullida por el señor oscuro urbanismo, y para un acostumbrado a ver más bloques de apartamentos primera-linea-playa que el verdadero horizonte del mar esto es ciertamente algo sorprendente.
Tengo que confesar que lo más sorprendente para mi ha sido el tema de las mareas, en toda costa es algo común, pero la fuerza con la que se manifiesta en el cantábrico es sublime. Prueba de que la Luna nos afecta muchísimo más de lo que pensamos y de lo que hasta Iker Jimenez de atreve a decir.
En suma una tierra que no me canso de recomendar a todo el que se atreve a soportar mi descripción interminable de las bondades de aquellas tierras y por supuesto de sus gentes, y en parte luego pienso que no debería de ensalzarlas tanto para que no vaya tanta gente y me perviertan el lugar....porque lo siento pero es mío...jajajajaja.
¿Dónde me he dejado el azul? Ese no se lo pienso describir, me pertenece o al menos así lo siento yo, es vida, es disfrutar de matices olvidados, de risas espontáneas, de complicidad olvidada, de un alma alegre. No pienso revelar en donde reposa ese azul, vive ese azul, ríe ese azul porque es mi secreto, mi fuerza y mis infinitas ganas de todo. Solo daré una pista...no hay turquesa, zafiro, jaspe azul, lapislazuli ni ojo de halcón más bello ni caro para mí que los ojos de mi dama del norte.

lunes, septiembre 17, 2007

Perros....putos perros y jodidos amos.

Todavía no tengo decidido si cambio el título por putos perros. No, no he pisado una mierda, pero el haberme librado de semejante jodienda creo que se lo debo a mi ángel de la guardia, pues yo estaba en menesteres mucho más importantes que el andar con un ojo puesto en el suelo y en posibles trampas mierda-perro, y está claro que la divina providencia me ha hecho perder un poco el equilibrio de forma que he pisado fuera del radio de acción de la mierda y de esa forma me he librado de semejante altercado.

En realidad no son putos perros, son perros y punto, los que son putos, inútiles, cerdos y candidatos a darle un patada en su inmenso culo con mis mejores botas son los propietarios de los canes. Creo que ya está bien de florituras, talantes, no comparto tu opinión pero la respeto...pues no, yo esta vez no. No respeto ni quién saca un perro a cagar a la calle, me da exactamente igual que recoja la mierda que deja el chucho, siempre deja un rastro de mierda que ahí se queda, para que los demás tengamos que olerla, pisar los restos etc. Ya se que a cada vez más la gente recoge los excrementos que les suelta el chucho en cuestión que tengan...pues no coño, no. Estoy hasta las narices. Estoy de acuerdo en que paseen al perro, pero antes que cague en su casa como hacemos todos. El perro tiene que salir a la calle como los humanos -personas humanas ahora que está tan de moda decirlo, porque claro también habrá personas-monos, personas-burros, bueno esas si- en fin a lo que iba. Que los perros tienen que salir como los humanos, duchado, aseado, desayunado y cagado.

Pienso y digo yo...qué pasaría si los propietarios de los chuchos sacan a estos a la calle para darles un paseíto, que estiren las piernas, joder pero que caguen en su puñetera casa y que limpien la mierda del suelo de sus casas, a ver a santo de qué tenemos el resto que aguantar ver a un perro cagando, ensuciando el espacio social que compartimos y encima los dueños de los perros te miran como si te perdonaran la vida porque los miras hasta que recogen la caquita del chucho...del puto chucho del jodido amo. Lo siento si no lo escribía así reventaba...pues no que revienten otros. Yo estoy ahora muy contento y feliz y no tengo ningún interés en reventar.

Que ya está bien de permisividad que no puede ser tanta historia. Los perros deberán salir de las correspondientes casas, solares etc de sus amos bien limpios y bien cagados, y aquel que sea descubierto haciendo cagar a su respectivo chucho en recintos públicos, vías, calles, arcenes y demás lugares públicos será multado con 1000 euros de multa y sometido al escarnio público -bueno lo del escarnio es pasarse...pero es que todavía estoy cabreado- no me digan que no sería una estupendísima noticia ver algo así publicado en el boletín oficial del Estado, de la provincia o de las CC.AA -que cansado estoy de comunidades autónomas- o en el bando del día del ayuntamiento.

Que les den a los dueños de perros ciudadanos, aunque seguro que aparecerían cuales ratas los grupitos estos de defensa de los animales denunciando el estrés que le provoca a los perros el cagar en casa...y cualquier gilipollez de esa índole. Pues no, no lo creo, vamos que lo dudo mucho, y de todas formas que se jeringuen ellos, que bastante años estamos aguantando las cagadas y restos de cagadas de perros....y la peste a perro.

Así no puede ser, sigo sin entender, dudo mucho que alguna vez llegue a comprenderlo y de verdad no le veo el sentido a que yo diariamente tenga que ver el tipo de mierda que echa el perro de mi vecino, más dura, más blanda...vaya seguro que hoy no le ha sentado bien la comida. Que reviente el perro y el vecino, que ya está bien...porque igual un día vengo con los cables cruzados y le arreo una patada al vecino, al perro no que me da caguelo, todo hay que decirlo, y cómo leches alego yo ante el tribunal correspondiente algo así como perturbación mental transitoria causada por obsesión paranoica contra las cagadas de perros. Ya que casi seguro que el señor juez tiene perro y narices tiene de apiolarme en el trullo más que al violador del juicio anterior.

Por todo ello debemos pasar a la acción, primero dentro de la estricta legalidad y en caso de no conseguirlo voto por pasar a la acción, practicar terrorismo callejero y llenar de mierda los buzones de aquellos que saquen el perro a cagar en vez de a pasear.


Espero que esto influya en las mentes de la humanidad.