lunes, agosto 03, 2009

Los paquetitos...misteriosos



¿Intrigadas y sorprendidos? ¿Qué carajo es eso que aparece en la fotito?

No, no son papelinas ni contienen ninguna sustancia estupefaciente. Aunque bien mirado engancha su contenido no en cuanto al mismo contenido como si a lo que representa. Tampoco son tampax; por supuesto no es ningún tipo de arma en cuanto a pensamientos de cartuchos - 9mm parabelum-, nada de pequeñas dosis de C4 ni nada por el estilo. Les despejo la duda sobre si son las mis primeras veinte dosis para hacerles dejar de consumir oxígeno y demás a los veinte primeros y primeras inútiles de mi lista negra, no dispongo de veneno en esa cantidad. De mala leche si...al por mayor. 

Cartuchos de tinta gastados, carretes de fotos, mi colección de dientes del ratoncito Pérez; joder que no. Es la fortuna de veintiún euros con setenta céntimos, repartidos de la siguiente forma:

- Quince cartuchos de veinte monedas de cinco céntimos que ascienden en su totalidad a quince euros.

- Tres cartuchos de veinte monedas de diez céntimos que también ascienden a seis euros.

- Un cartucho de treinta monedas de un céntimo que asciende a treinta céntimos.

- Un cartucho de veinte monedas de dos céntimos que suman la estratosférica cifra de cuarenta putos céntimos de euro

Y ya he parado porque tengo otros tres tarros-frascos con más morralla monetaria de cobre, preferentemente monedas de cinco, dos y un céntimo y se me han terminado las ganas de seguir contando, más que nada porque después del tute y aunque uno es simple -ya lo dicen por ahí- se me había hecho el cuerpo a tener algo más de fortuna ahorrada...y tengo un puto carajo de euros. He estado pensando en esa leyenda urbana que circula por nuestra España que versa sobre el acaparamiento de monedas de cobre que hacen los chinos para luego mandarlas a China con la historia de lo caro que está el cobre y así parece que allí vale más su peso que su nimio valor monetario.

Igual también me animo yo y mando el resto de mi tesoro de cobre monetario a China. El primer problema es que no conozco a ningún chino residente en China para enviárselo. Tiene cojones la historia ahora que la leo...pero no conocer a ningún chino de China es una pasada; será por falta de ellos. Así es que viendo esta desorganización por mi parte pues nada, mi gozo en un pozo. Claro que también paso de hacer este negocio de materia prima por cuanto igual los chinos residentes en España detectan mi envío de moneda de cobre a su país y joder...pueden pensar que intento entrar en su negocio y para qué coño quiero yo a la mafia china en España tras mis huellas por unos treinta euros en monedillas de cobre....Porque eso si, calculando lo que ya he contado y empaquetado, a ojo de buen cubero creo que mi fortuna aún no contada ronda los treinta euros...no está mal pues. 

Pero bien, lo dejaré para otra vez; más que nada porque estos los pienso llevar mañana al curro para dejarlos en la caja y así me quito el latazo de llevarlos a un banco, además que así tendremos cambio fraccionario para bastante tiempo. Y si alguien protesta me da igual, más que nada porque el chache este que os escribe, contando por mañana como si ya no contara solo le restarían tres días para cogerse las merecidísimas vacaciones que le esperan. 

Poco más, buena semana tengan.

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