domingo, diciembre 16, 2012

B-52 en uso hasta más allá de 2040


El 26 de Octubre de 2012 se cumplieron 50 años de la entrega a la Fuerza Aérea de EEUU (USAF) del último bombardero estratégico Boeing B-52 Stratofortress, que comenzó a operar en 1962 con el entonces Mando Aéreo Estratégico (SAC) desde la Base Aérea de Minot, Dakota del Norte, donde aún permanece en servicio activo.

El aparato entregado entonces, con numeral 61-040, pertenece a la variante más moderna de este bombardero pesado, el B-52H Stratofortress, y se encuentra adscrito a la 5ª Ala de Bombardeo de la USAF estacionada en Minot, con la que ha realizado 21.500 horas de vuelo.

Entre 1952 y 1962 Boeing construyó en sus instalaciones de Wichita (Kansas) un total de 744 bombarderos B-52 Stratofortress para la USAF, que hasta la fecha ha operado 8 variantes del modelo, desde el original B-52A al más moderno B-52H.

El Stratofortress ha constituido la columna vertebral de la fuerza de bombarderos estratégicos tripulados de la USAF durante casi seis décadas. El primer vuelo del B-52A tuvo lugar en 1954 y su entrada en servicio (B-52B) con el SAC se produjo en 1955.

Fieles al lema del SAC, ‘La paz es nuestra profesión’, los B-52 jugaron un papel clave como activos de la disuasión nuclear estadounidense durante la Guerra Fría, misión que conjugaron con su empleo como bombarderos pesados convencionales en la fase final de la guerra de Vietnam (Operaciones Linebacker y Linebacker II, 1972), así como en las operaciones Tormenta del Desierto (1991), Libertad Iraquí (2003) y Libertad Duradera (desde 2001) durante las que contribuyeron a minar la voluntad de combate de las tropas iraquíes y talibanes con su tristemente famoso ‘bombardeo en alfombra’ o de saturación de área.

En las últimas décadas el B-52 ha sido superado en capacidades ofensivas por aparatos más avanzados como el B-1B Lancer o el B-2A Spirit, aunque todavía constituye un importante activo en misiones convencionales de apoyo aéreo cercano, interdicción y operaciones navales antibuque.

Con una autonomía de 14.080 kilómetros y la posibilidad de ser reabastecido en vuelo, además de portar una carga bélica de hasta 31,5 toneladas, el B-52H es aún un vector relevante para la proyección global del poder aéreo estadounidense.

Sin embargo, pese a las modernizaciones en la flota durante sus más de 50 años de servicio, el B-52H ha perdido su capacidad de penetración en espacios aéreos hostiles y su operatividad descansa actualmente en el empleo de armamento stand-off, como los misiles de crucero convencionales de lanzamiento aéreo (CALCM), y en su gran potencia de fuego con armas convencionales, como bombas guiadas de precisión JDAM, bombas de racimo, misiles antibuque, etcétera.

La flota actual de B-52H de la USAF comprende 76 aparatos, 74 de ellos operativos con las alas de bombardeo 2ª y 5ª del Mando de Ataque Global de la USAF con base en Barksdale (Luisiana, LA) y Minot (Dakota del Norte, ND) respectivamente.

Cada 6 meses los escuadrones de B-52H de las alas 2ª y 5ª realizan rotaciones desde sus bases en los Estados Unidos continentales a la Base Aérea de Andersen, en Guam, la isla de soberanía norteamericana en el Pacífico occidental. Desde 2004 esta presencia, junto a la de los bombarderos B-2A Spirit de la 509ª Ala de Bombardeo de la USAF (Whiteman AFB, Missouri), constituye un elemento de disuasión y estabilidad en la región.

La USAF prevé mantener operativa su flota de B-52H hasta más allá del año 2040, aunque desde Julio de 2008 ha comenzado a retirar del servicio activo los aparatos más veteranos de esta variante.

Fuente; Rojo y Gualda

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