domingo, diciembre 17, 2006

Libros usados.

Ayer antes de comenzar mi cura de desintoxicación semanal de rutina y trabajo echándome una cervezas con los amigos, me topé con unos puestos de libros de segunda mano. Me encantan estos puestos y me entristece una barbaridad. Primeramente me encantan porque posibilitan varias cosas. Primeramente encontrar a buen precio buenos libros, segundo seguir aumentando mi biblioteca especial de la segunda guerra mundial, novelas buenas y baratas y algún que otro tebeo, especialmente de Mortadelo y Filemón. En fin que esta semana y aprovechando el ingreso de la paga extraordinaria de Navidad voy a hacerme a mi mismo un adelanto de los Reyes Magos y alguna pasta me la dejaré en libros.

Lo que más me jode y lástima me provoca es ver que estos puestos concretamente estaban estratégicamente colocados en la entrada de uno de los centros comerciales de Granada capital, para más señas a las puertas del Centro Comercial Neptuno. Que serían las siete de la tarde más o menos y prácticamente estaban vacios. No se puede achacar la falta de público a que hacía frío, que ciertamente era verdad, pero las proximidades del centro comercial estaban a reventar de gente, especialmente de gente joven, y nuevamente especialmente de inútiles que no ven más allá de dos dedos de luces o razonamiento y que para ellos un libro no es más que algo que hay colocado en las estanterías, algo que hay que llevar al colegio-instituto y por último el libro de las fotos de la boda del Jonathan con la Jennifer. Que asco y cabreo me provocaba ver a esta pila de inútiles cabezas vacías –nótese que empleo el término inútil para referirme tanto a hombres como a mujeres- amantes del tunning, la música hortera, la incultura, el hip-hop, el barrio, las pandas y demás mierdas de hoy en día ocupan las vacías mentes de la juventud.

Conste que esta vez no voy a echar la culpa a los padres, la familia, la desidia de los profesores etc. Esta vez culparé en plan conspiración “judeo-masónica”...jajajajaja Y es que gobierne quien gobierne, sea PSOE o PP, está claro que cuanto más tonta, manejable, influenciable, simple y estúpida sea la “masa” social, más fácilmente el gobierno de turno, sea del color u opción se sea, más fácilmente hará lo que le salga de las narices. España va de mal en peor, el problema es que me están llegando noticias de que este mal no solo está haciendo estragos en nuestro país. Por lo visto resulta que en el resto de Europa también. Pero eso merece otro artículo.

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