lunes, diciembre 25, 2006

Hay buenos funcionarios.

Si echo un vistazo a los articulillos publicados en el blog, la primera impresión es que veo las cosas de forma bastante negativas y todo son críticas a lo que me rodea. Cierto es que el mundo tiene un porcentaje cada vez mayor de ineptos, inútiles y descerebrados por metro cuadrado. La densidad de la inutilidad aumenta en progresión geométrica.

Pero no todo es malo, de vez en cuando es posible encontrar a gente que es amable, trabajadora, correcta y es un gustazo recibir un buen trato por parte de ellos. Hace ya un par de años el ayuntamiento de Granada sacó una especia de impuesto de mantenimiento del cementerio de Granada. Aunque bien es cierto que es otra sacadinero más, este si lo doy por bien empleado porque podemos y debemos presumir los granadinos de tener un cementerio cuidadísimo, limpio y muy bien organizado. Resulta que el impuesto en cuestión es una pequeña cantidad anual que hay pagar por el citado mantenimiento del recinto. Pagar algo más de diez euros por nicho que tengas en esta “urbanización” no es ningún disparate. El caso es que hay que desplazarse al mismo cementerio para conseguir los pertinentes recibos, y allí fue donde fui atendido por una funcionaria que si rinde honor a ese denostado cuerpo de servidores del pueblo.

Antes de que me tocara a mi, estuvo resolviendo unas cuantas dudas por teléfono, y después atendió a tres personas que iban delante mía por el riguroso sistema de número y turno. Estuve fijándome en la forma de atenderlos pues aunque no es más que pedir el correspondiente recibo para efectuar el pago, si es cierto que estás pagando por el cuidado de lugar de reposo de tus muertos, y había gente que no sabía exactamente algún dato sobre el número de nicho, el patio donde se encontraba la tumba etc. Si a eso sumamos el cierto embarazo que da el hablar de los muertos, o poniendo por caso el joven que iba delante mía que pidió unos cuantos recibos, supuse que recopiló las tumbas de sus familiares, pero que tenía una duda respecto a una que no sabía exactamente a nombre de quién estaba y la persona o personas que descansaban sus huesos en ese “adosado”. Pues esta funcionaria le preguntó de forma exquisita los datos que ella consideró necesarios para poder conseguirle ese último recibo que necesitaba y poder pagar la “limpieza” del lugar de reposo de ese pariente/a. No vaya a ser que se le mosqueara el pariente fallecido al ver que al resto de la familia si se le cuida y al él no...Y ya tenemos aparición, poltergeist y un no vivo cabreado que se presenta en nuestro mundo, argumentos de sobra para que Cuarto Milenio y Frikker Jiménez se paseen por el cementerio de Granada ante el aumento de actividad paranormal que se ha experimentado en dicho camposanto por las protestas de los “no vivos” por no pagar sus familiares vivos el mantenimiento de su “solar”. Esto creo que es posible que pase.

Me he desviado una barbaridad, el tema era y es que todavía y gracias a Dios queda gente apañada, que no va a “echar ocho horas de currelo” sino que va a trabajar. Me gusta el trabajo bien hecho y me gusta ver a la gente que trabaja bien. Es una de las formas más fáciles y buenas para aprender. El conocimiento que se puede extraer de un trabajo bien hecho es fundamental, y sobretodo hace que el dicho de “todavía hay gente buena en este país” siga vigente.

Seamos positivos, es Navidad, época de buenos propósitos allí donde los haya y acabamos el año, esperemos que el año que entra Dios quiera que nos encontremos con gente trabajadora y no con pelagatos que pasan más tiempo mirando cuánto queda para irse que pendiente de la labor por la que supuestamente le pagan.

1 comentario:

Lili dijo...

¡Pues claro que hay buenos funcionarios! Haberlos haylos...

La Diosa