¡¡¡Hasta las cinco de la mañana dale que dale Joseeé!!!...No estoy cantando la canción del Canto del Loco aunque si utilizo para enlazar a la hora que terminó la jornada festiva el amigo Giuseppe, que desde las once y pico de la mañana comenzó a disfrutar el evento del sr Delarge.
Si, he tardado excesivamente en escribir la crónica, el motivo principal es que faltaban datos que ya han sido recopilados. Desde este post agradecer la labor recopilatoria del Consiglieri a la hora de completar esas lagunas -la causa se adivina aunque la aclararé en su momento- que un servidor tenía de varias partes -sobretodo las finales- de la celebración.
Así que nos remontamos al sábado día 12 del junio del año de nuestro señor de dos mil diez. Que el sr Delarge se casa y nosotros de celebración. Boda mañanera, a las once y media estábamos todos en la puerta viendo al sr Delarge un tanto nervioso y con risa histriónica esperando a la novia y nosotros terminando de aclarar dónde nos tomamos las birras. Por cierto que yo llegué en taxi porque la tarde del viernes no tuve mejor entretenimiento en el trabajo que pisar un palet con tabla rota incluida y terminar con el tobillo doblado como Dios manda, el menda lanzando maldiciones y peligrando -como al final sucedió- mis posibilidades de bailar. Justamente, la mañana del sábado amaneció cojonuda, mi tobillo con una inflamación cojunuda también y los coñeos de mi llegada cojeando pues igualmente de cojonudos.
Volviendo a la crónica del hecho es caso es que llegó la novia en un coupé -Mercedes- y hecha la entrada al templo los miembros de La Familia casi al completo consideramos que mientras Luca cumplía el trámite matrimonial nada mejor que acercarse a una taberna a tomar un vaso de estrega y fumar un di Nobili....perdón, a tomarnos unas birras y echar unos pitazos. Buena y fresquita la birra servida en jarritas del Bar Los Arcos en la calle san Jerónimo y buenas las tapas. Santino, Michael, el consiglieri, el don del Oeste -la señora se quedó en la Iglesia junto con Turi Giuseppe Guiliano, la señora de Santino y Johnny Fontane con señora porque hacía de testigo-.
Una vez calculada la hora en que previsiblemente terminaba el acto eclesiástico del matrimonio nos dirigimos a la puerta del templo para esperar la salida de los novios. Curiosamente vimos en el bar frente a la Iglesia al sr Selfa con señora y obviamente nos dirigimos al establecimiento para saludar a la pareja y finalmente por fin -valga la redundancia- la boda terminó, los novios aparecieron por el pórtico de la Iglesia y se terminó de saludar al resto de los conocidos, echar el arroz a los novios -algunos lanzamientos con excesiva y certera puntería- y pensando en dónde echábamos otra cervecita por aquello de hacer hora mientras llegaba el momento de la copa de bienvenida en el lugar de celebración.
Ante la duda para qué cambiar, ante la cercanía mejor ir a lugar conocido y por aquello de cambiar y no volver donde estábamos media hora antes nos dirigimos a las Bodegas las 3M donde nos marcamos -ya todos y con más gente- otro par de birritas con buena tapa -eso fue de lo poco que comí en toda la celebración- y poco a poco se acercó la hora de ir al hotel para la celebración.
Granada Palace, hotel de nueva construcción en Monachil, una pequeña localidad a pocos kilómetros de Granada....eso pone la web. Y es verdad, solo con la pequeña particularidad que el don del Oeste -el sr Alberto- se equivocó de emplazamiento por unos cientos de metros y hubo otro conato de despiste cuando Johnny en el Alfa por aquello de cortar camino también se perdió. Al final todo bien y todos para dentro a la copa de bienvenida en la entrada del hotel. Muy bonito el hotel, muy bien cortado el cesped, buenos entrantes y siempre es un detalle ver al cortador de jamón cortando jamón -eso siempre se espera de un cortador de jamón-. Varios fotos en este espacio donde reproduzco una de ellas a continuación.
Por cierto que como dice mi hijo Santino...es curioso como a través de las fotos se va viendo el proceso por el cual fuimos evolucionando de personas serias, con estilo y empaque a personas pilladas en plena juerga de barra libre de boda. A las fotos me remito.
Y bien, una vez llegados a las mesas y solventado el incidente de faltar una silla, una servillleta un cubierto y....más bien en este caso -sobra Giuseppe que no está en esta mesa....coño que si está -si estoy decía él mismo- porque verdaderamente estaba registrado como residente en la mesa -a partir de ahora denominada hoyo 14- tal y como se describía en la relación de mesas y personas reflejadas en el atril al principio de salón de celebración. Todo esto para decir que al final el amigo Giuseppe Turi Guiliano emigró de mesa para subsanar el problema de calculo en la relación sillas-personas/mesa.
¿Qué hacer cuando la carta del papeo está invadida por la palabra queso? Muy sencillo, tener a alguien al lado -en este caso fue mi hijo Michael- que te sugiera el decir que eres intolerante al queso para que te eliminen de los platos cualquier presencia de semejante veneno para mi. Intolerante al queso, desde luego quedaba mejor que alegar "alergia al queso" -es lo que decía Santino que alegara al camarero-. Pero ya digo una vez informado el camarero de nuestro sector de la presencia en el salón de un intolerante al queso, todo arreglado para bien. ¿Para bien? Bueno entre otras cosas no porque el tema de intolerante se extendió con el final previsible de coñearse con el tema de ser yo intolerante...pero no solo al queso sino a todo.
Lo dicho, entre esa coña y cien millones más se pasó la comida más pendiente de reir que de comer y engordando el alma con la risa y haciendo olvidar al estómago que tenía que comer algo....nos plantamos en el café y postre, señal inequívoca del fin de la comida y el comienzo de la barra de bebida y baile. Postre-tarta nupciál por cierto buenísima -lástima que Santino de un cucharazo se comiera casi la mitad de mi ración- y prestos y dispuestos nos levantamos hacia la barra.
¿Qué contar en esta parte? Risas, copas, más risas y más copas, sería repetitivo decir lo mismo pero si, más risas más copas, más cánticos...danzas y canciones judaicas y brindis por la boda del pequeño Isaac....
.....Hava Nagila, hava nagila, hava nagila venis'mecha
Vale vale...se me ha ido el tarro pero ver a Raphael -que grande coño- cantando esto...joder que pasote. Pues lo dicho un corro que hicimos en torno a Luca Brasi y le cantamos la preceptiva canción...y cantamos más cosas; cantamos el Imperio Contraataca de los Nikis -gran detalle por parte de Luca...probablemente amenazó de muerte al Dj's que contrató para el evento y le dijo que o ponía la canción o le partía las rodillas con.....- . Impresionante, desde luego que si. No voy a citar las copas que llovieron desde la barra libre porque sería una ardua y estéril labor. Desde luego si es cierto que los copazos corrían como ambrosía y sin lugar a fin.
Pero el fin llega y cuando creíamos que todo terminaba nos trasladaron a otro pequeño salón donde continuar con la celebración -como bien dice el Consiglieri...el amigo Delarge se preocupó porque sus amigos bebieran hasta la m....- Por cierto que en el traslado me perdí. Si, me perdí en el jodido hall del hotel y para colmo de males allí todo el mundo estaba trajeado porque había por lo menos dos o tres bodas más y yo con la cantidad de alcohol en sangre que ya poseía me era altamente complicado reconocer a alguien y aún menos cuál era el pasillo que me condujera nuevamente al salón del evento. Menos mal que aún guardaba un atisbo de sentido común y lo utilicé para llamar por el móvil al Consiglieri y comentarle la nimiedad que me había perdido en el hall y por tanto que viniera o al menos mandara a alguien a buscarme. Como siempre y como no podía ser de otra forma el mismo consiglieri -creo recordar que acompañado de mi hijo Michael- personalmente vino a recogerme y a devolverme al salón -al nuevo salón de celebración-.
Más recuerdos inconclusos como una especie de rueda de prensa entre el sr. Gallego la señora del Don del Oeste...y alguien más. El caso es que partimos del lugar, secuestramos un taxi y nos llevó hasta la Gran vía ya en la querida capital y más concretamente hasta las bodegas La Mancha donde calmar la marejada de alcohol que teníamos en el estómago con un superbocata que calmara el oleaje de alcohol. Pero más problemas porque resultó que en ese momento yo adquirí la personalidad de Stan...si, el de South Park
Solo que en vez de novia le "gomité" a la parte trasera de un mini....No hay más comentarios. El Consiglieri maestro de las buenas maneras, también conocido como Moriarti, amenaza con contar exactamente como pasó, que decía la propietaria del mini -por favor que acabe ya....- y más cosas pero eso es otra historia y pasará a la historia el Consiglieri como hable demasiado...Lo cierto es que conseguimos llegar a las bodegas. Nos tomamos un reconstituyente bocata -en mi caso de jamón y la primera comida en cantidad del día...por cierto que ya eran algo así como las once y media de la noche- y poco más. Otra llamada la orden por parte del consiglieri porque me dió por festejar la Uefa del Atleti en la bódega...No era cuestión de que nos echaran claro está.
Poco más, me retiré para casa, me senté a conversar con Garcia Lorca en el banco del boulevar de Constitución....la verdad es que estaba literalmente reventado y después de un cigarro y parlamentar brevemente con Federico, conseguí llegar a casa. El consiglieri se marchó con Michael, Giuseppe y el sr Reyes, de Santino y señora no se nada más al igual que del Don del Oeste y señora. Eso si, como dije al principio, eran las cinco de la mañana y en el Lobos -un pub claro está- allí estaba dale que dale Joseeeeéé!!.
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