domingo, noviembre 23, 2008





La cúpula de la ONU.

Dos años, 35.000 kilos de pintura después y supongo que otra barbaridad aún mayor de kilos de cemento para hacer estaláctitas porreras...todo al módico precio de veinte millones de euros, España aporta su granito de arena a la reforma de la sede de las naciones unidas en Suiza. Aquí el artista, nunca mejor dicho, de todo el tinglado este, el sr Barceló, nos ha pasado una factura sin presupuesto previo de 20 milloncejos de euros. Parece ser que nueve son para pagarse a sí mismo la creatividad que ha desplegado en hacer una cueva de colores...y el resto pues para los especialistas en secundar su obra. Porque en cierta forma el sr Barceló se ha convertido en el pocero de arte. La cúpula de la alianza de naciones de la ONU es la seseña del arte moderno.

Se dice y se comenta que los suizos al ver la forma de trabajar de Barceló y sus secuaces. Parece ser que colocaron debajo de la cúpula y su área de trabajo una especie de Haymas y que además de utilizarlas para descansar de sus agobiantes sesiones de trabajo...ese olorcillo extraño que todavía hay en la sala de la cúpula no es por la pintura...sino por el consumo al por mayor y en cantidades industriales de porros como tubos de bajantes de PVC que trasegaban oralmente los colegas del artista...y el propio artista mismamente también.

Reconozco abierta y publicamente mi total asintonía con el arte moderno en si. Admito un total rechazo a las manifestaciones de arte moderno, o al menos a la gran mayoría de ellas. Me parecen más cerca de formas de publicidad que de arte estricto. Está claro que esto es un terreno farragoso y además sabiendo que soy un total bolo en temas de arte moderno. No lo entiendo, en sus manifestaciones en las diferentes plasmaciones de arte, tanto pintura, como escultura, teatro, etc....el único sentimiento que despierta en mi es fundamentalmente el de aversión.

Al mismo tiempo mi hiperdesarrollado sentido del pragmatismo me hace incapaz de asumir que semejante enjundia de cemento y pintura disparatada valga veinte millones de euros. Qué pasa que nadie verdaderamente se atreve a decir que no entiende esa reforma del techo a lo cueva de David el Gnomo como arte. Joder...seamos sinceros, que lo único que ha hecho es reproducir la cueva del gato y pintar las estaláctitas de colores a cual más chillón.

Nada más...bueno, y gastar cemento como para hacer veinte promociones de VPO...jajajaja.
Cuando leo en el Mundo la noticia y los comentarios de comparar la obra de Barceló con la sixtina de Miguel Angel..además de recomendar un ingesta de barbitúricos al que piense de esa forma me hace pensar hasta qué punto tenemos que pasar todos por el "aro" de la modernidad. Está claro que muchos de los estilos artísticos que ahora idolatramos, renacimiento, barroco, gótico, neorrealismo, impresionismo etc...en su momento probablemente levantarían sentimientos de rechazo por ser excesivamente rompedores o modernos. Como ahora se puede decir de esto que se cataloga como arte moderno. El problema pienso yo es que con esta coña del arte moderno ya llevamos casi cien años...y en fin, ya son varias generaciones las que se han ido al otro barrio pensando que eso que se define como arte moderno...no es más que una chufla cantamañanas saca dinero de subvenciones de arte. Como no todo una vez más procedente del bolsillo de nosotros los contribuyentes...ajenos a toda esta vorágine de estilos artísticos....poco asumibles como conceptos de arte. Bueno, no, son realmente artistas porque esas patrañas varias que realizan nos las meten bien dobladas, las cobras exquisitamente pagadas y son unos verdaderos artistas del noble y antiguo arte de la ESTAFA.

Buena semana.

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