Al final estoy escribiendo pero no lo tenía pensado. Como mandan los domingos estaba preceptivamente haciendo de seta todo el día. Una única salida para comprar el periódico y poco más, bien apalancado en el sillón a lo Homer Simpson. Igual estaba un poco despistado por eso de ver la F-1 por la tarde. Aunque de todas formas ya comienzo a tener ganas de que llegue la temporada que viene con Alonso en Ferrari. Pero bueno, eso es otro tema.
Lo dicho que no tenía ganas de escribir; me he marcado una cena cojonuda y opípara y hasta he terminado la sesión de comida con unas castañas asadas. Muy buenas, así que me he venido a echar un último vistazo al "internete" y al ver la página del Marca y ver que mi Atleti está perdiendo tres cero en el campo del Osasuna pues me he animado a escribir.
Verán, no sé si llegué a comentar cuando estuve en Madrid mi odisea para llegar al Calderón. Una vez que había terminado el curso salí del Hotel y más o menos sabia la dirección a tomar para llegar al Vicente Calderón. Les recuerdo que estaba cerca de la Plaza de Toros de las Ventas, así que la cosa era buscar la M-30 y tomar dirección Badajoz hasta llegar. Fácil pues. Joder pues no y además los elementos se pusieron en contra mía en un principio. Así les digo porque entre otras cosas el navegador lo puse para ir hasta el Calderón y fue que no. Entre que se perdía la señal del GPS cuando uno entraba en los túneles de la M-30 y que luego cuando salí no recuperaba la señal el cacharrito Tom-tom-go estuve a punto de anular mi visita a la meca de mis creencias futboleras. Eso si, entre todo el cabreo por perderme pasé por la puerta de Toledo, muy mona en conjunto. Y me paré, si, me paré para evaluar la situación. Me salí del panzer, encendí un cigarro -dentro del panzer no fuma ni "el potito"- e inicié el proceso para tranquilizarme. Coño había pasado por debajo del Calderón en la M-30, vale que me había salido dos salidas después por las jodidas obras. Pero aún así y teniendo en cuenta que el GPS se había puesto en huelga, no era tan difícil volver y dar con el pedazo de estadio joder. Coño pues no había forma y tenía que empezar a reconocer que era un bolo con el coche en Madrid. De modo que conforme me fumaba el cigarro decidí el volver a Granada como Miguel Ríos y su canción -luego la pongo si la encuentro en el youtube-.
El GPS volvió a funcionar y yo marqué la ruta para volver a mis tierras. Cojonudo pues, aunque eso si, me iba con la espina clavada de no ver el Calderón. En eso estaba pensando cuando el amigo del GPS ya estaba dando sus primeras indicaciones para la vuelta cuando al llegar a un semáforo le pregunté a un madrileño en furgoneta si me encontraba muy lejos del Calderón. El compadre madrileño me miró un poco raro y ya le indiqué que venía desde Granada y no me quería ir sin echarle un vistazo al Calderón. Total que el madrileño se marcó una sonrisa y dijo..."tirá detrás mía que paso por allí". Justicia divina...si señor, como dicen los árabes, Dios es grande. Así que este buen hombre me llevó hasta el Calderón. No quiso aceptar el ofrecimiento para tomar una birra -estaba de currelo- que le hice y eso si...el "¡¡Atleeetiii!! que soltó me hizo comprender que coherentemente un merengue no me hubiera llevado a ver mi estadio, claro está.
Así que todo fue todo bien, me di mi paseo por los alrededores, me tomé una birra en el bar El Doblete, compré un par de chorradas en la tienda oficial del Atleti y lotería de Navidad en un bar-restaurante cercano. Todo bien pues, pero eso si, Madrid no es para mi.
Claro que cada vez menos cosas parecen que son para mi..jeje. Y es que cada vez aguanto menos, verán, este viernes como es preceptivo tocaba compra semanal en el Hipercor. Allí estaba yo obviamente haciendo de personal de servicio y avituallando el carro para la casa. De pronto un ruido y un niño con unas horrorosas gafas de estas modernas de diseño para niños iba en una moto de estas de correpasillos arramblando por entre las estanterias. Una escena muy graciosa sino fuera porque el nene en cuestión tenía sus seis u ocho años, la moto era para niños de unos tres años y tenía cara de mal educado. En fin, el niño desapareció. Pero claro no por mucho rato, porque mientras salía yo de la calle de estanterías del Nescafé y del Té -Hornimans por supuesto- otra vez estuve a punto de estampar el carro contra el jodido niño.
Echando una visual no conseguí identificar a los padres que seguramente pasarían olímpicamente del jodido niño. Tampoco era que iba a aprovechar para reprender a los tutotes legales del engendro...pero si confieso que me aproveché de la situación. Así que reparé que el puñetero motero no estaba bien guardado por sus irresponsables papás...me la jugué y le tendí una celada. Seguí sus pasos...y por sus ruidos con la moto reparé en que estaba en la calle del papel del wc,servilletas, papel de cocina y demás. Pues en la esquina lo iba a esperar. El plan -como buen imitador de Anibal Smith- ya lo había diseñado. Este se cimentaba en que el chaval motero insoportable siempre que llegaba al final de un pasillo pegaba un grito con un "¡¡Que voyyyy!!! Y la gente lógicamente se retiraba para que pasara el maleducado niñato. Pero esta vez no....porque yo iba a estar ahí. De forma que puse mi carro de campaña escondido en la esquina de la calle y me dispuse a ver como el marranillo con gafas en moto venía dando por culillo a todos los compradores que estaban intentando coger papel del water...soltó su "que voy" y si....casi se estampa contra mi carro. Lástima que el niñato era rápido de reflejos que no se dejó la montura del "Alan Afflelou" en las barras de mi carro. Pero bien, al menos terminó con la cara blanca del susto que se llevó. Objetivo conseguido, calculaba que le duraría cinco minutos el sustejo, tiempo suficiente para terminar yo de comprar. Así fue, con la parte final que estando ya en la cola de las cajas vi en otra al niñato nuevamente dando la lata. Esta vez haciendo el mono en las barras separadoras de las cajas del super...pero ya daba igual. A mi no me molestaba, tampoco ganaba nada con que el niño se estampara los piños en el suelo del hipercor y si...los padres eran dignos petardos de tener semejante vástago.
Y poco más, termino de ver que al final hemos perdido nuevamente. Así que nada ni afortunado en el juego -claro que no he mirado la bonoloto- ni tampoco en amores....a todo eso sumar que mañana es Lunes.
Así que para finalizar el post...un poco de música.
Primero el "Vuelvo a Granada" prometido antes. Si, mi paiso Mike Ríos cantando la vuelta a Granada. Algo tiene la canción, muy sesentera y yeye por cierto, pero no voy por ahí. Lo cierto es que recoge bien eso que tiene mi tierra y que hace que tanta gente venga y no se quiera marchar.
Y la última canción, con un poco de sentimiento atlético de "por qué somos del atleti" un alegato de Loquillo para tirar "palante". El "Feo, fuerte y formal" del citado cantante, una de mis canciones favoritas.
Por cierto que las fotos son mías.
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