domingo, noviembre 29, 2009

Un domingo cualquiera



De un fin de semana cualquiera añado. Aunque en realidad me he salido de mi rutina dominguera de estar en plan seta en mi casa. Hoy es el Barca-Madrid y aunque a los dos les pueden dar siete tiros, qué carajo para eso es uno atlético, pues he ido al bar a verlo. Estos partidos son de bares, ni siquiera de casas de amigos para verlos. Ganan muchos enteros estos encuentros cuando además te fijas en la gente del bar. De entrada comento que el partido era a las siete y que en previsión que las mesas estuvieran ocupadas-reservadas he quedado con el amigo Giuseppe para echar una café a las cinco y media -hora y media antes del partido- y pillar mesa. Y menos mal que hemos hecho esto porque cuando hemos llegado, las mejores mesas estaban ya con su servilleta de reservadas, por cierto que me recuerda esto un poco a el tema de plantar las sombrillas en las playas, y lo dicho al menos hemos cogido una con una orientación decente para ver el fútbol. El partido ha merecido la pena verlo. Vibrante y emocionante y además aunque no hubiera sido así, siempre se puede uno distraer estudiando a los convecinos de partido. 

De entrada me ha llamado la atención una parejita muy joven que ocupaba una mesa cercana a la nuestra, la chavala se ha sentado, el noviete le ha traído una coca-cola light y ha sacado una carpeta con apuntes y se ha puesto a releerlos...Supongo que a la chavala no le molesta mucho ir con el novio a ver el fútbol, si se aburre pues se pone con los apuntes y además, de esta forma complace al colega y así lo tiene contento y dispuesto a hacer lo que ella quiera. Maquiavelismo puro y duro. Eso si, cuando ha empezado el partido la he visto interesada en el evento, así que deduzco que la novieta es futbolera

Por supuesto estaban las mejores mesas ocupadas por los auténticos parroquianos del bar, gente entre los cuarenta y muchos y setenta y más...disfrutando del partido, soltando disparates y conceptos futbolísticos como auténticas autoridades en la materia, que a fin de cuentas lo son. Alguno se habrá fumado el cigarro que en casa ni se piensan en permitírselo e incluso me atrevo a asegurar que ese copejo tampoco entra en las recomendaciones del médico, pero claro está un Barca-Madrid permite esas licencias. 

Mucho estudiante universitario, cosa que da que pensar si es o no época de parciales y aunque así lo fuera, dejar de ver un Barca-Madrid no lo tolera ningún estudiante futbolero así que se juegue quinientos créditos. 

Dicho esto hay costumbres que no cambian, como aquellos que llegan a la hora justa y aún intentan coger mesa, pues no señores, cuanto toca partidazo hay que venir con tiempo. Me llama mucho la atención como utilizan como último recurso el examinar casi con lupa a los ocupantes de las mesas a ver si encuentran a algún conocido y así ya tienen dónde sentarse. Aunque mal planificado porque aún cuando contáramos con la suerte de encontrar a conocido en mesa...no reparan en la escasez de sillas, de modo que no les queda otra que aguantar en pie y cuasi firmes al lado de la barra. Y digo bien al lado porque la barra en si también está ocupada, de modo que les queda estar con el vaso en la mano, la tapa comida con urgencia porque todo no se puede sostener a la vez durante mucho tiempo y con la incomodidad por compañera durante el partido. Y todo por no bajarse antes al bar, y todo nuevamente por no escuchar a la señora si hubiera bajado antes con la frase "te falta tiempo para irte al bar, para eso si hay ganas...de colocar el cuadro ningunas...y de ir a casa de mi hermana menos".

También están el grupito de señoras con buena mesa, que no prestan mucha atención al fútbol, más que de mediana edad a fe mía, y dicho sea claramente no sé que carajo pintan ahí, a no ser que estén a la caza de señor y qué mejor campo para recoger que una cosecha de señores en bar en día de partidazo de fútbol. Claro que también está la posibilidad de ser su domingo de cafelito y ni fútbol ni no fútbol le va a estorbar a ellas para su cafelito y cháchara correspondiente. 

Hablando ya del bar en si mismo, en estas ocasiones de mucha gente, las tapas a lo fácil. Bocaditos de sardinas con mahonesa, tortilla de patatas con aceitunas, bocadito de atún con tomate, pescado frito...esto es tipo merluza pescanova, vaya que sabes que es pescado congelado, polyester lo llamo yo, pero que en realidad no sabes qué coño de pescado es. Eso si, con tanta gente las consumiciones se abonan antes de retirarlas de la barra, cosa normal que hay mucho caradura. Por cierto que en estas lides abunda el caradura, pero no el que he citado antes, sino el que es de la hermandad del puño cerrado. Ese que ve una mesa con conocidos, se sienta con ellos, cada uno paga una ronda y no sé como siempre se apaña para no pagar ninguna. En realidad todos lo tienen ya mas que detectado y todos cuando el no está delante siempre dicen que el día menos pensado le sueltan una fresca del tipo "Antonio coño a ver cuándo acoquinas tu una ronda", pero luego se queda en agua de borrajas, se limitan a echarse miraditas de tipo "ya está aquí el gorrón este" pero punto en boca. Yo creo que este tipo se da cuenta de la situación, pero vergüenza debe de tener poca o ninguna y aparándose en el refrán "dame pan y dime tonto" pues se saca siempre sus birras o vinos gratis mientras ve el fútbol. ¿Quién es el tonto entonces?

Y con frío, cosa que se nota cuando alguien tiene la buena idea de abrir alguna ventana para que entre el ansiado oxígeno que brilla por su ausencia ya que la atmósfera del bar carece de él. En su lugar hay humo de tabaco, maldiciones a los jugadores y demás teorías futboleras sobre la colocación en el campo de los futbolistas.

Por cierto que llueve, por fin llueve en mi Granada, falta hacía. Meses sin llover además de este otoño veraniego que hemos tenido. Hasta yo con mi permanente alergia al frío me encontraba raro pasando calor en noviembre. No sé si es el manido cambio climático porque hay gente más mayor que dice que esto a veces pasa por estas fechas...en cualquier caso sea lo que sea, cada estación tiene su tiempo y calor fuera de fecha no es bien recibido, o al menos el cuerpo no lo tolera bien. Estamos hechos a la temperatura que toca en cada época del año y estos trastornos -causados o no...o relativamente normales- no casan bien con nuestro organismo. Joder parezco de "La salud es lo que importa".

Poco más, mañana lunes, esta semana la tengo más cortita porque me apunto los dos últimos días laborales como vacaciones y me fabrico un superpuente de seis días. Cojonudo, ya me lo digo yo solo. Así que tengan, o mejor, tengamos todos buena semana que falta nos hace.

* Las fotos son todas producciones mías de este "finde". Las primeras son del Pub Ojáncano, servicios y parte trasera de la barra. La siguiente no es de este "finde", concretamente es del jueves, en las Bodegas 3M y era digna de fotografiar la media ración de surtidos ibéricos que fue consumida. La foto del pánzer es en Moclín, frente a la Iglesia que hay dentro del castillo del municipio y las otras dos...pues obviamente de "lloviendo en Granada". 


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