miércoles, septiembre 09, 2009

Episodios pasados.


Y tanto que pasados...a este paso y termino hablando de las pasadas vacaciones casi que cuando finalice las próximas, si Dios quiere claro está. La de cosas que han pasado y las pocas ganas de ponerme frente al teclado. Aún no entiendo la razón. Supongo que parte de causa será la necesidad de desconectar de todo; partiendo de esa base y teniendo meridianamente claro que hay determinados elementos, causas, seres...en definitiva partes de tu vida de las que no puedes desenchufarte pues al menos de lo posible al menos se intenta. Así que supongo que el no escribir ha sido parte de la maniobra de mi subconsciente para liberar carga mental. Que bien me ha quedado esto.

Lástima el viaje a Huelva que finalizara tan pronto y por causa tan triste. Sobre esto no hay nada más que hablar. Así que el resto de las vacaciones y en su conjunto mejor dicho si considero el haberlas aprovechado bien. La casa no se me ha caído encima eso es cierto, creo que el moreno que supuestamente he cogido -moreno tenue donde los tenues- está claro que es por convertirme en un callejero.

Si entresaco algo de las vacaciones ha sido la vuelta a disfrutar de la ciudad. Es una realidad de la cual nos olvidamos con mucha facilidad que vivir en una ciudad donde en menos de media hora estás paseando confundiéndote con un guiri más por un entorno como es el paseo de los tristes, el Realejo o los accesos a la Alhambra, no está al alcance de todos y desde luego los granadinos no disfrutamos tanto de estas maravillosas propiedades del paseo tanto como quienes nos visitan.

Es cierto que a veces ocurren situaciones curiosas por cuanto en uno de mis paseos casi diarios por todo el casco antiguo, paseos de hora y media mínimo, una de las veces y después de acceder a la Alhambra por la Cuesta de Escoriaza y descansar un momento en la entrada al Palacio de Carlos V dando buena cuenta de mi botella de agua, decidí bajar por otro acceso, esta vez por los senderos que bordean la cuesta Gomérez. Unos senderos-caminos preciosos, atravesando todo el bosque de la Alhambra, con un frescor digno de la suma alabanza por cuanto el bajar de los mínimos 30-33 grados a eso de las diez de la noche -verano infernal este- produce una sensación de paz y claro está frescura -hasta mental- que hacen surgir las ganas de marcarse un cigarrito en uno de los bancos situados en los caminos bajo la luz emergente de la farola vecina al banco. Pues no coño, no pude. Resulta que todos los bancos o más bien casi todos estaban ocupados por parejitas disfrutando de su amor en tan paradigmático rincón para esos menesteres, de tal modo que es lógico pensar cómo coño me iba yo a sentar frente a cualquiera de estas citadas parejitas a marcarme un winston frente a los seres amorosos. Por supuesto en estos casos no me quedaba más remedio que joderme y quedarme sin mi momento de gloria tabaquera y un poco picado por la envidia. Pero bien, Dios provee a los pacientes y al final conseguí encontrar un banco sin seres amorosos donde tranquilamente di cuenta del resto de mi botellín de agua mientras saboreaba un winston...Bueno más de uno porque estuve un buen rato sentado haciendo un poco el pez, esto es sin pensar en nada. Además que conseguí algún triunfo oscuro al ver la cara de jodienda que se les quedaba a alguna parejita buscadora de tranquilidad para verse en sus mutuos ojitos su recíproco amor y encontrarse con un maromo con patillas largas, fumando, con un botellín de agua en las manos y claro está reflejando sus ojos la frase victoriosa de "figurines enamorados...en este puto banco no os sentais".

En serio, lo mejor de estos paseos por lugares tan frecuentados por turistas es que te mimetizas con los turistas de forma que si estás solo en el paseo de los tristes, sentado en el muro del río Darro frente al "hotel reúma"...nadie repara en ello. Lógicamente en una plaza normal no puedes hacer eso porque de seguro que además de mirarte la gente como a un bicho raro es más que probable que mas de tres o cuatro conocidos/as te reconozcan y casi que terminen pensando en qué hará el bicho raro este ahí solo.

Joder pues pensar, descansar, relajarse y distraerse mirando a la gente. Nunca me canso de ver gente. Desde la confirmación del topicazo de la cara de despistados que tienen todos los guiris hasta la enfermiza proliferación de rastas en este territorio capitalino granadino. Yo lo único que tengo en contra de ellos es su absoluta carencia de limpieza, y no lo digo ya por el manojo de esparto seco que tienen por pelos, sino por la más que visible ausencia de higiene.

De todas formas no voy a entrar en uno de mis temas favoritos como es mi cruzada contra las chanclas por cuanto creo que mejor que lo hizo el sr Reverte hace dos sábados en el suplemento del Semanal....es imposible describirlo. Me remito a que lo lean y así verán que no soy el único que piensa así. Ojo que aunque lo fuera no me bajo del carro, pero vamos que ahora con renovadas fuerzas mantendré mi cruzada contra el cutrerío que asola nuestra sociedad.

Que bien sientan, entran y se saborean las cervecitas cuando uno está de vacaciones. Con cual absoluta suavidad pasa el catacroquer por la garganta al saborear un buen Jamenson con cola. Para eso hay que usar las vacaciones para saborear un poco de vida. Pienso que la base de unas buenas vacaciones es reducir nuestro ritmo de vida, bajar las revoluciones e intentar no vivir a la endiablada velocidad a la que normalmente vamos por este mundo, solo con esa simple pero difícil de realizar medida, ganamos la calidad de vida que nos falta en nuestra vida normal. Desde luego estoy de un filósofo confucio de tres pares.

Así que todo más que aceptable en estas vacaciones, hasta las visitas inesperadas han sido muy agradables. Gusta hacer de cicerone-guardaespaldas -con buen propósito aunque igual no idéntico resultado...por lo menos en cuanto a las explicaciones turísticas- pero ojo, con contrastada profesionalidad a la hora de escoger los buenos bares del tapeo céntrico granadino. Para eso hay que reconocer que pocas autoridades hay del calibre del Maestro y este que les escribe en materia "barera" como dirían por el norte. Además y centrándome un poco, al menos espero que valiera sino para compensar -porque para eso no hay nada que yo pueda hacer- al menos si para enderezar mínimamente la retorcida e infame acción que hace un tiempo cometí. Así lo espero y público lo hago.

Y coño...que en tan buenas cosas gusta uno de extenderse y describir y joder...que se acabaron las vacaciones. Normalidad...vuelta a la normalidad, a los atascos, a la invasión de la ciudad por parte del jodido cinturón, a las prisas, el trabajo, los problemas y...toda esa serie de elementos, circunstancias, pensamientos y seres que hacen que la vida nos haga correr por este mundo de forma tan alocada e insípida.

*se agradece por anticipado correos o comentarios donde se denuncien las posibles y probables faltas ortográficas y gramaticales.

Otro día si eso cuento más...y si no pues ahí queda la cosa.

Vale!!! Otro vídeo...pero os pido por favor que le echeis un vistazo...una maravilla.




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