martes, enero 09, 2007

Cosas raras varias.

A ver, capataz...por dónde empiezo. Empezaré por los piercing o pirsin, me da igual, los dos suenan igual de mal y peor me parecen. No entiendo la manía persecutoria de lastrarse el cuerpo con metales y encima terminar agujereado. Qué poco sentido común tiene esta gente, más con las nuevas normas de seguridad aérea y los infinitos problemas que les van a acarrear viajar con tanta chatarra corporal atornillada. Está claro que son modas que pasarán, se olvidarán y dentro de un tiempo –corto por desgracia- volverán. Todos se una forma u otra estamos influenciados por las modas. Pero del dicho al hecho hay un trecho, y yo no me perforo ni me lastro con metal porque no me da la gana. Dicho esto, continuaré con una anécdota hospitalaria. Una amiga doctora o médico me ha estado contando como en una reciente guardia se le presentó una niñita de unos doce años lastrada de pirsin. El tema de la consulta de guardia no era otro, que entre su quincalla de hierros atornillados al cuerpo se le había revelado uno de ellos en la nariz. Parece ser que se le hundió el pirsin de la nariz, de forma que la bolita exterior se le tapó, vamos que le había crecido carne encima. Así que ahí está el papelón de tener que retorcerle la nariz, meterle anestesia local, pegarle dos cortes internos y sacarle el puto hierro. A todo esto yo hubiera sido partícipe en nada más que retirarlo de la niñata quincallera, ponérselo al progenitor/a que la acompañara a urgencias, pero resulta que me cuenta mi amiga doctora que la madre estaba desesperada porque la niña-chatarra le había falsificado la firma y fotocopiado el DNI y el pone pirsin de turno había hecho el agosto con ella...y claro la madre decía que no podía con la niña. Con lo fácil que hubiera sido haber ido al día siguiente al negocio pirsinero y pagarle nuevamente al colocador de quincalla por retirar esta del cuerpo de la jodida niña.

Ahora que estoy pensando, igual esta gente toma tanta Coca-Cola, porque como es sabido que esta deja los metales limpios de óxido, pues igual de esa forma se limpian también los pirsin colocados. Yo reconozco que tengo un aguante con cierto pirsin en las orejas, incluso y después de este artículo en la nariz, incluso en el ombligo. Desde luego ni paso, ni tengo buen talante con los colocados en párpados, boca y otros colocados tanto en “partes bajas” femeninas como masculinas. Gracias a Dios y sigo rogando por ello, no he visto ninguno colocado en partes masculinas, más allá que en alguna imagen cine-televisiva. ¡¡Esas cosas no se ponen ahí coño!!¡¡Dónde vamos a parar!!

Otra cosa rara, las cadenas-cintas para perros extensibles. No es coña, pero ya me ha pasado más de una vez el doblar una esquina y verme atado por los pies con una cuerda-cinta negra que de un extremo surge un perro enano ladrador-cabroncete y de otro el dueño-dueña mirándome con cara de pocos amigos porque me he liado con su puñetero collar de perro extensible. Vamos a ver, qué carajo de culpa tengo yo si el dueño del perro es un vago o vaga. Porque mi teoría es que todos los propietarios de perros que los sacan a pasear con estos collares extensibles es que tienen menos ganas de tener un perro que yo –bueno si es un Aibo si, porque este ni caga ni come ni mea, ni da mucho por saco que sino lo apago- pues eso, porque los ves con el cacharro en la mano y unos diez o quince metros de cinta-cuerda y el perro casi ya andando por otro barrio. Y está bien pensado porque ellos andan lo justo y necesario para fumarse un cigarro si les apetece, le dan cuerda al perro, este se cansa de andar –porque como buen perro se parece al amo y este otro vago como el dueño- y además si dejan cuerda y llega el perro a la esquina y este se caga, como no lo ven a él, no tiene que acercarse con la dichosa bolsa a coger la mierda del perro...que para eso ya estamos los demás que la pisemos. Por cierto, gracias a Dios que aquí en España no dejan tener armas como en los EE.UU porque el día que vuelva a pisar otra mierda de perro me cargo a un par de perros y por lo menos a un par de miles de propietarios de perros.

Con lo fácil que es no tener perro, especialmente si no se está educado y responsabilizado para ello y con lo evidente que es no ponerse pirsin donde no hay que ponerlo, o sea en el jodido cuerpo de cada uno. Y es que hilando fino, todo esto va unido, hay una conspiración internacional para dejar al noventa y nueve por ciento de la humanidad con menos de dos dedos de luces...ya les digo, piensen en eso, ya saben The Truth Is Out There.

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