domingo, enero 14, 2007

El Santo Sepulcro sin salida de emergencia.

La noticia no tiene desperdicio, termino de leerlo en el mundo, resulta que a estas alturas en la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén no existe salida de emergencia y además es un asunto de difícil solución. Resulta que hay otra salida pero está cerrada desde tiempos de las Cruzadas, esto es de puro argumento de película, y además el simple planteamiento de abrir una nueva puerta cito textualmente la noticia “La construcción de una salida de emergencia obligaría a ocupar zonas del templo que controlan los ortodoxos griegos, los principales administradores en el Santo Sepulcro; el Patriarcado Latino de la comunidad católica apostólica romana, y la Iglesia Armenia, y quebraría el statu quo entre todas las partes”.

Entiendo que a veces estamos obsesionados con las medidas de emergencia etc. Pero esta vez no, con el trasiego de gente que entra y sale de tan importante lugar, no comprendo cómo el hecho de abrir una puerta de emergencia sea un asunto tan enrevesado. Hay por ahí un refrán sobre la Iglesia, o más bien sobre los curas que dice más o menos “hacer lo que yo os diga pero no hagáis lo que yo haga”. ¿Tan cerrados, lerdos, simples y bolos son los jerarcas ortodoxos griegos, el patriarcado latino y la iglesia armenia para no ser capaces de llegar a un acuerdo por la dichosa puerta de emergencia? ¿No están olvidando el primer deber de un pastor de almas que no es otro que cuidar a sus ovejas? Claro que para más complicación el gobierno israelí quiere hacerlo el sino llegan a un acuerdo los administradores del Santo Sepulcro, cosa además también baldía porque también aparece en la noticia que hace ya unos años lo volvió a intentar Israel sin ningún éxito.

Qué difícil es esa tierra y qué grado de complicación absorbe o emite Jerusalén. Quizás la ciudad que se podría catalogar como la capital religiosa del mundo, al fin y al cabo es ciudad santa para tres de las religiones más importantes en este planeta debería de ser administrada no por un país, sino por la ONU. Claro que también estoy pensando que teniendo en cuenta el estado de coma inducido en el que está la ONU tampoco creo que exista un organismo supranacional con entidad, reconocimiento, autoridad y fuerza suficiente para controlar o gobernar los designios de semejante lugar.

En el fondo lo más pernicioso es percibir que no hay voluntad suficiente de entendimiento entre las distintas ramas del cristianismo ni siquiera para colocar una puerta. Por desgracia me parece que aunque de puertas para fuera o de cara a la sociedad cristiana –católicos, protestantes, ortodoxos etc.- se de la imagen de proximidad entre los distintos credos cristianos, en el fondo estamos tan separados, bueno nosotros no, pero sí la jerarquía de las distintas ramas cristianas, pues eso tan alejados, desunidos y aislados como poco después de los respectivos Cismas.

Si es difícil poner de acuerdo posturas divergentes en temas políticos, idealistas, económicos, deportivos...cuándo tocamos temas religiosos creo que nos sale a todos la vena “atapuerca” que todos llevamos dentro y nos convertimos en verdaderos leños humanos.

No va a haber otro remedio que Dios nos vuelva a echar una mano para poner de acuerdo a los mandamases respectivos y que abran la jodida salida de emergencia. Porque si no pasará lo acostumbrado...ocurrirá una desgracia y entonces se pondrá remedio.

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