martes, abril 07, 2009

Cronicas pendientes.


Martes santo, mañana miércoles santo también y ya hasta el lunes no hay que marcarse el camino al trabajo. Esperemos que no haga mal tiempo esta Semana Santa, más que nada porque Granada está llena de turistas y eso genera dinero. Lo siento, debería ser menos pragmático, pero en estos tiempos de crisis hay que ser realista, y desde luego también se deslucen los desfiles procesionales, pero sobretodo es dinero que entra en una capital y provincia tan necesitada como esta.

Como ven la foto del encabezamienco del post es la puerta de un bar, un bar de tapas. Recuerdo a todos y todas aquellas que no son de por aquí, que en esta excelsa ciudad, con la caña se marcan un tapita o tapa, más bien tapa. Pues les sigo contando que esta foto es de la entrada de la taberna o bar La Romana, situada en la calle Guadalajara, justamente al lado de la plaza de los lobos. Taberna curiosa donde las hubiera porque es más fácil pillar cerrado el local que abierto. Da igual que sea día laboral o en fin de semana. Sigue siendo lo mismo que uno se pase por la mañana, a eso de las una que es cuando empieza el tema cervecero de medio día, como a las ocho de la tarde. Lo más normal es que siempre esté cerrado el bar. A estas alturas ya estarán pensando que para qué coño se insiste tanto en ir si casi que el 90% de los intentos de consumir birra con tapa en este recinto terminan con nuestras jetas viendo que nuevamente está cerrado. Pues básicamente porque es uno de los mejores bares de tapas de Granada. For aparte -Chiquito dixit- de fiestas de guardar, como la Semana Santa que estamos, día de la Cruz, Corpus Christi -fería grande granadina- y poco más, lo normal es que uno pueda elegir la tapa que quiere jalarse. Teniendo auténticas maravillas de carne en salsa, lomo a la plancha sobre mixtura de tomate triturado con aceite y sal. ¿Qué bien queda verdad? ¿Les suena a cocina moderna?¿A cocina mini? Que es como ahora denominan al engaño este de meter los tubos de ensayo de la cocina moderna también en el tema de las tapas o pinchos??. Pues no coño, por mixtura de tomate triturado con aceite y sal, me refiero a esa mezclilla que te marcan encima del pan cuando pides una tostada de tomate. Joder que a veces en cuanto nos dan un nombre moderno para algo de toda la vida ya estamos flipando.

Total que también hay unos triquinis buenísimos, y unos siete u ocho tapas más para babear cual perro de Paulov. Así que siempre se hace el intento de ir a marcarse una buena tapa regado con su preceptiva cerveza. Un por cierto más antes que lo olvide, la caña y la jarra al mismo precio. Y eso si, mola mucho más, además de llevar más cantidad -cataaazumba como diría el señor Delarge- para echarse al coleto de birra. Hay que tener en cuenta que además el local se encuentra situado en pleno centro antiguo de la ciudad, cerca de todas nuestras bases operativas, el alpujarreño, cerca del Stribo -este ya no es base la verdad-, a diez minutos del Haningan's de la calle Santiago, a cinco minutos de la percha, la cabaña y a otros diez del Lobos -nueva base operacional de jueves- e incluso más cerca del Blanco Madeira -local cuasi que favorito nuevamente del sr Delarge y que siempre nos da la brasa con ir allí-. Total que muy cerca de todo. Ya digo una lástima que casi siempre termine uno babeando pero sin poder disfrutar de unas buenas tapas cerveceras por ese errático horario que mantiene el colega tabernero. Pero bien, nunca llueve a gusto de todos.

Y es que considero que tiene que haber un estándar de tapas. No entiendo esta nueva invasión de cocina moderna en algo tan sencillo como las tapas. Sin ir más lejos, uno de nuestros antiguos lugares favoritos -hoy desgraciadamente señalado como lugar-non-grato- el bar Sevilla, donde se degustaban unas cocretas excelentes, una pipirrana sublime, unas empanadillas fritas de atun con tomate dignas del Olimpo griego ...pues bien todas esas excelsas tapas han mutado en un pincho de carne averiada modernamenta cruda, en una especie de tapa líquida de color blanco, que ciertamente no está mala pero no sabe uno a ciencia cierta qué coño se esta comiendo y un arroz blanco con no sé qué más...que no recuerdo pero que tampoco mola nada. Toda esta basura moderna introducida en un bar señero granadino de toda la vida de Dios -como por aquí se dice- solo tiene dos motivos para ello. Primero que la dirección del local le entrara una vena de moderniza -no sé para qué coño- la cocina de tapas, igual de esa forma moderna, porque olvidaba comentar que los platos han pasado de ser los típicos de loza blanca y redondos a ser de estos "modemmnos" cuadraditos, sin fondo y con esa gilipollez de rayajo que no sé bien que a saber para qué leches lo hacen los cocineritos de hoy en día. Supongo que para que al ser cocina moderna pues modernamente nos suban los precios de las consumiciones. Otra teoría oscura que mantengo es que es un local de venir mucho guiri, ojo...guiri extranjero de españa y guiri extranjero de Granada, esto es Madrileños, catalanes, valencianos, vascos y demás flipados de estas cosas gastronómicas modernas y quizás esos también sean culpables de nosotros, parroquianos de toda la vida de Dios, perder nuestras croquetas. De todas formas, ya no importa mucho, porque además de la cuestión citada, no engrandecemos ya el local con nuestra presencia por la mala conducta que practicaron los mesoneros -como ya bien conté en un anterior post- para con nosotros por el tema de un desacuerdo en las rondas consumidas y a pagar. Cosas que pasan.

Continuando con el tema de las pasadas crónicas por relatar, tengo que remontarme al pasado sábado para informarles también de nuestra experiencia en el concierto de Franz Ferdinand. Por eso es el post anterior donde la Wiki nos aclara algo de este grupo. Concierto curioso, más que nada porque son de estos eventos a los que por norma general no vamos. Cierto es que hablamos muchísimas veces de ir, de planifica, se vuelve a planificar, se discute incluso una tercera planificación llegando a un consenso de ir todos, aunque también cierto es que todos -o casi todos- pensamos...¡qué coño vamos a ir! y que por consiguiente...es un proyecto lúdico más que dejamos en agua de borrajas.

Ya digo, todo iba según la costumbre. El Maestro de las Buenas Maneras había quedado encargado de la compra de las entradas, por cierto que estoy hablando de un plan ejecutado hace ya varios meses y que por supuesto, bajo casi que ningún concepto se iban a comprar...jejeje. El señor de las tierras de Bracana cada dos por tres repetía y casi ya que cual plañidero reclamaba la compra de las entradas a lo que el Gran Maestro e incluso un servidor siempre contestaban con evasivas del tipo "de esta semana no pasa que las compremos" "me he pasado y estaba cerrado" " no te preocupes que queda tiempo" y alguna más de ese tipo. Yo de hecho, daba por sentado, si fuera notario del reino casi que hubiera estampado mi firma y sello y el correspondiente "doy fe" que un carajo que íbamos a ver a los Franz Ferdinand, porque si, vale, no está mal el grupo, tiene algunas canciones más que aceptables, pero eso...son de ese tipo de grupos muy bien hechos pero que no terminan de resaltar por nada.

Así que ahí estábamos en el limbo de los "no ir a conciertos" cuando el señor Jiménez Conde-duque de Brácana utilizó a su señora Mercedes para el oscuro plan de comprar todas las entradas necesarias para que acudiéramos, esto es cuatro entradas. Pues de primeras bien, a ver...las cosas de Jesusito, pero vamos que siempre está bien ir a un concierto porque al final está claro que el grupo no es malo, la música, la buena música en directo siempre es un bien apreciado y bueno, un concierto no hace daño. Estooo...que el concierto son cuarenta y pocos euros. ¡¡Coooñoooo!! Pues vaya mierda de soltar siete mil pesetas españolas por ver a los "pollas" estos. Se ha pasado el Conde-duque de Brácana un huevo con esto de comprar sin consultar. Porque quién había dicho de ir....jejejeje. Creo que incluso hubo algún intento -vale...es cierto, por mi parte- de hasta hacerle budú al Conde-duque bracanero por hacerme soltar los mil quinientos duros.

Pero en fin, que llegó el día de autos, el pasado sábado. Nos desplazamos en el panzer a la cercana localidad de Atarfe, a su plaza de Toros cubierta para asistir al concierto. Por cierto como siempre que hago esta reseña en pasadas descripciones de conciertos. Tiene cojones que en Granada capital no se hagan eventos de este tipo de música, porque claro, entre canis, hortes, raperos, flamenquillos y demás andaluzadas parece que no hay hueco para el rock, el heavy el buen pop y sobretodo si es extranjero en una capital como la granadina...que históricamente ha sido un auténtico vivero de rock...pero claro eran otros tiempos con una juventud más culta.

Pues nada que para dentro, unos tres cuartos de entrada, esto es algo así como ocho mil personas. Nos acomodamos en las gradas altas de la plaza, nada de estar en el albero medio asfixiados...y con las piernas cruzadas, un pito encendido, el vaso de cocacola -recuerdo que conducía yo el panzer...así que nada de alcohol- pues a ver el concierto y rentabilizar las casi sietemil cucas acoquinadas al conde-duque.

Y muy bien, cojonudo el concierto. Gusta ver a músicos, a buenos músicos tocando y por supuesto divirtiéndose. Buena voz, excelentes guitarras, arreglos perfectos, una batería acorde con el resto y unos curiosos y agradecidos intercambios de guitarras, teclados y hasta percusiones entre todos los miembros de la banda. El sonido bien, la plaza tiene una aceptable resonancia. Así que todos tan contentos, nadie había vilipendiado al conde-duque de Brácana por comprar las entradas -que barbaridad el pensar eso- y eso si, como bien dijo el sr Delarge...bien podía haber empezado una hora antes como mínimo el concierto que ahora cuando regresemos a Granada a ver dónde comemos algo castellano -porque jodidos kebaps del carajo hay hasta bajo las piedras- en la noche granadina. Pero bien también, gracias a Dios y a la intervención de más de un santo, las Bodegas La Mancha -los mejores bocadillos de toda Granada y resto del orbe- estaban abiertas, así que una vez consumidos correspondientes lomos con queso fundido por barba y una cañita. Ya con el estómago otra vez en temperatura, disfrutamos de un agradable catacroquer en el Picaro o Pícolo...cada vez lo denomino como bien me venga en gana con una conversación versada en las futuras aventuras del Maestro y del Conde-Duque de Brácana en su futura aventura del camino santiaguero, todo ello aderezado con la descripción de su viaje que nos hizo el amigo Suárez.

Y poco más por ahora. A disfrutar de estos días de vacaciones, por cierto que tengo que controlar en estos días el abastecimiento de helados de "yogur" en todas las cafeterías, heladerías de capital y provincia granadina para que no falte dicho manjar, no por mi, aunque igual lo pruebo, sino porque hay que estar pendientes de los gustos y apetencias de cierta dama conductora novel que ante la falta del magnífico helado me achaca cierta leyenda de gafe por faltar su apreciado manjar cuando eso antes no había pasado hasta que mi presencia parece ser que lo produjo. Así que nada, a enmendarlo. Hay que estar pendiente de todos los detalles.

Ya plasmaré nuevas crónicas, primero porque mañana miércoles Santo, hay cónclave de catacroquers reunidos S.A y siempre que ocurre esto...se produce la aventura a escribir...jejeje.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder, qué mala es la envidia.... Y tan malo sería, pregunto, celebrar una junta extraordinaria de Catacroquers Reunidos S.A. en las costa? Coño?

Saludos

UTAH