viernes, abril 17, 2009

EL CAMINO PARALELO. CAPITULO 7. UN PASEO.


Informe del viernes.

Los peregrinos están en Sarriá, han cumplido con la jornada. El tiempo les ha acompañado, solo un poco de agua y al principio de la jornada. Un buen día, unas buenas fotos de bellos lugares y desde luego mejor de ánimo y fuerzas. Hay un claro síntoma que denota su mejoría. Las fotos "pollardas", esto es algo así como fotos de las comilonas, de un tractor, de la parada de autobús con un eslogan que precisamente no será del patronato de turismo de Lugo y cosas así. Mucho mejor desde luego. 

El día ha dado para mucho, incluso han conversado con un artesano de bastones de peregrino. Este curioso sujeto de nombre Anselmo vive en la casa que aparece en la foto entre dos árboles. Dos castaños para ser concreto. No vayan a pensar que distingo una especie de árbol de otra. Si distingo un chopo de un olivo y de un pino, coño hasta ahí llego, pero mis conocimientos botánicos son tan amplios -jejejejeje- como mi amor por el campo y la naturaleza, poco más que ninguno. Pues bien, este buen hombre ha estado un rato de conversación con nuestros peregrinos, algo sencillo si el Barón está entre medias.

Parece ser que les ha informado de los amplios derechos que poseen los caminantes ante la gente autóctona. Siendo esto una ley que viene desde los primeros peregrinos que recorrían en camino, ya en un tiempo casi inmemorial. Muy curioso este hombre. Espero la vuelta de los peregrinos para profundizar en este anecdótico personaje que seguro da jugo al menos para un gran post y desde luego un par de rondas de birritas más que por supuesto. Casi olvido comentarles que los dos castaños que franquean la casa, son casi unos plantones...jejej. Parece ser que uno tiene casi ochocientos años y otro pasa de los mil años. Bien pudiera ser..y bien no pudiera ser, aunque desde luego por la pinta de los troncos...un buen puñado de años deben de tener, si bien también es cierto que puede formar parte de una maniobra de marketing para que al final suelten los peregrinos -los nuestros y todos los que se dejen caer por aquellos lares- un par de euritos por los bastones. De todo hay en la viña del señor.

Como ven por las fotos, especialmente por el punto kilométrico del camino, nuestros simpáticos hobbits están en el ecuador del suyo más o menos, se va acercando el final y de alguna forma supongo que les dará más fuerzas para llegar a su fin. Mejor así, esto y un poco de ayuda del clima será más que suficiente para que lleguen a Santiago sin muchos más contratiempos que sus numerosas ampollas en los pies.

Esta ultima foto que me envía el Maestro da cuenta del cenapio que se están marcando para prepararse para la jornada de mañana, mejor así pues.

Por lo demás me han comentado hasta dónde quieren llegar en la jornada de mañana pero siento decirles que lo he olvidado. ¿A ver qué pasa? Estoy de viernes y un poquito o más bien en alta dosis saturado de jodida semana. NO se puede estar en todo. De todas formas mañana arreglo el desaguisado.

Poco más...mañana más.

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